LA UNIÓN. A sabiendas que están generando un grave problema para la salud y el medio ambiente, los pobladores de las comunidades colonia La Sabana, barrio El Recreo y del caserío Pasaquinita lanzan la basura al río del mismo nombre en el municipio de Santa Rosa de Lima.
El afluente lo están utilizando como un botadero de basura a cielo abierto, lanzan desde botellas plásticas, ropa vieja, cartones, desechos de construcciones y hasta animales en estado de descomposición.
El problema no es nuevo, la contaminación va en aumento dicen los mismos lugareños, algunos aseguran que se ven obligados a botar la basura en el río, porque no tienen otra alternativa debido a la deficiencia con que la alcaldía de Santa Rosa de Lima presta el servicio de la recolección.
El afluente es uno de los más caudalosos del lugar en la época del invierno, todos esos desechos son arrastrados por las corrientes río abajo obstruyendo el cause de algunas quebradas. Daniel Cruz habitante de colonia La Sabana dijo que lamentablemente todo el tiempo el río ha lucido sucio, “cuando hay inundaciones en estas comunidades toda esa basura queda trabada en las casas de las familias afectadas”.
No hay colaboración
Es por gusto, la gente no quiere colaborar es la respuesta del alcalde de Santa Rosa de Lima, Jorge Rosales, ante el problema de contaminación de la basura en el río, a pesar que el camión recolector de los desechos presta el servicio varios días en la semana por la zona.
El edil agregó que las comunidades aledañas al río no pueden decir que no hay servicio de recolección, “la gente siempre es así, la cultura nuestra es tirar la basura al río que, prácticamente lo han hecho como río Acelhuate”.
“Aunque el camión pase por las comunidades llevándose la basura la gente siempre tiene esa mal costumbre de tirarla a los ríos generando más contaminación”, indicó Rosales.
El alcalde tampoco habla de aplicar sanciones a las personas responsables de lanzar los desechos.
La actividad comercial en la ciudad es fuerte y eso genera grandes cantidades de desechos desde cajas de cartón, bolsas plásticas, entre otros desperdicios que algunos comerciantes para deshacerse de la basura pagan a personas que deambulan por la calle para que la vayan a tirar al río.
Ana María Benítez dice que es una lástima como se agrava la contaminación del río, “toda la gente que vive en el casco urbano, así como los que tienen negocios tienen la costumbre de mandar a tirar la basura al río aunque pase el camión”.
En el río nunca se ha realizado una limpieza de la basura.