Abren vía para un nuevo juicio a Ingmar Guandique

No se consideró muestra de ADN distinta a la del sospechoso, según la defensa

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La única prueba de los fiscales contra Ingmar Guandique fue el cuestionado testimonio de un prisionero. Foto EDH / Archivo.

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2015-05-24 7:00:00

Luego de casi cuatro años de gestiones ante la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia y la Corte Superior de Washington, las puertas se abren para un eventual nuevo juicio contra el salvadoreño Ingmar Guandique, condenado a 60 años de prisión por el asesinato de la becaria Chandra Levy, ocurrido en 2001.

El salvadoreño fue sentenciado en febrero de 2011, luego de un juicio que duró seis semanas, realizado a finales de 2010, en el que la Fiscalía sustentó todo el caso en el cuestionado testimonio de un prisionero que compartió cárcel con Guandique mientras este rotaba en la red de cárceles de Estados Unidos purgando otros delitos de menor rango por los que le habían impuesto 10 años de prisión.

Este viernes, al haber superado los defensores públicos todos los obstáculos para una revisión a fondo del caso, los fiscales han dejado vía libre al reconocer en un memorando de cuatro páginas que retiran su oposición a que se realice un nuevo juicio y que estarían listos afrontar la nueva etapa. Aunque reiteran en el documento que, a su criterio, el veredicto de culpabilidad es correcto.

Por su parte, Jon Anderson, uno de los abogados públicos que defiende a Guandique, dio a conocer a través de un comunicado a la prensa -que está presta a este caso salpicado de tinte político- algunas valoraciones del nuevo giro que tomaría en los tribunales.

“El caso del gobierno contra Ingmar Guandique se basó en una mentira… Nos complace que la Fiscalía haya reconocido que no se puede defender esta convicción, y esperamos con interés a la justicia que se sirve en un nuevo juicio”, acota el defensor.

El primer obstáculo que removieron los defensores del connacional en 2013 fue ante la Corte de Apelaciones, para que liberara los cuestionarios que el juez Gerald Fisher hizo a los 15 titulares que formarían el tribunal de conciencia que dio el veredicto de culpabilidad al connacional al concluir las deliberaciones de fiscales y defensores.

Los integrantes del jurado reconocieron en esos cuestionarios -liberados de la reserva impuesta- que ellos manejaban por separado información del caso, algunos tenían prejuicios contra los inmigrantes y hasta directamente veían culpable a Ingmar Guandique antes de tenerlo en frente en el banquillo de los acusados.

El misterioso caso mantiene un alto interés mediático en Estados Unidos por estar salpicado de tinte político, ya que la joven becaria Chandra Levy, originaria de California, quien tenía 24 años cuando desapareció en mayo de 2001, mantenía una secreta relación amorosa extramatrimonial con el entonces congresista federal de su estado Gary Condit.

El cuerpo de Chandra Levy fue encontrado en abril de 2002, un año después de desparecida, en la zona del parque nacional Rock Creek Park, que atraviesa la ciudad de Washington.

Guandique había sido sentenciado a 10 años de cárcel por haber intentado ataques sexuales en 2001 contra dos mujeres que corrían en ese mismo parque donde luego serían encontrados los restos de Levy.

No obstante, con el descubrimiento del cuerpo también apareció una muestra desconocida de ADN que no coincide con el de Ingmar Guandique, ahora de 34 años, y los fiscales y la Policía del Distrito de Columbia no lograron explicar por qué dejaron de lado ese elemento que podía dar con un responsable.

La Fiscalía estructuró todo el caso en el testimonio del prisionero Armando Morales, quien compartió celda con Guandique mientras este rotaba en el sistema de cárceles de Estados Unidos.

Desde el juicio en 2010 y luego de empezar las mociones para reabrir el caso, los defensores han sostenido que ese testimonio era viciado, carecía de fundamentos legales y de legitimidad para que los fiscales promovieran la acusación.

La madre de Chandra Levy, que despidió con un insulto a Guandique el día que le leyeron la sentencia de 60 años de cárcel, reconoció también un año después en una entrevista con una televisora que no estaba segura que Ingmar Guandique fuera el culpable de la muerte de su hija.

El convicto solo dijo en esa oportunidad, con voz entrecortada, que el era inocente de esa muerte por la que lo estaban penando.