Reunidos por nuevo beato

Jerarcas de la Iglesia Católica de diversos países participan en los actos y visitan la tumba del Beato salvadoreño

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El Cardenal Angelo Amato visitó la tumba de Romero Foto EDH / J. Henríquez

Por Magdalena Reyes Cristian Díaz servicos@elsalvador.com

2015-05-22 8:00:00

Las llegadas de pasajeros al Aeropuerto Internacional de El Salvador Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez se incrementó debido a la beatificación del mártir salvadoreño, la proyección de las autoridades oscila entre un 12 y 17 por ciento.

Jerarcas católicos, funcionarios de distintos países y feligreses llegaron ayer por esa terminal. La Viceministra para salvadoreños en el exterior, Liduvina Magarín, comentó ayer que los compatriotas en el extranjero están motivados y han organizado eventos en los consulados y embajadas.

La Viceministra afirmó que la mayoría de cardenales ya están en el país. “Están bien conmovidos con este acto que el Papa Francisco ha tenido a bien regalarnos, no solo a El Salvador, sino también a América Latina y al mundo, porque Monseñor Romero es muy querido en todo el mundo”, expresó la funcionaria.

Las delegaciones de Honduras, Guatemala, Ecuador y Bolivia, llegaron ayer por la mañana.

El primer vicepresidente del Consejo de Estado y de Ministros de Cuba, Miguel Díaz, agradeció el recibimiento por parte del Gobierno salvadoreño; además, visitó la tumba de Óscar Arnulfo Romero en la Catedral Metropolitana, en San Salvador.

Los obispos de Comayagua y Olancho, Honduras, también llegaron al país vía aérea. Está programado que los 12 obispos de ese país asistan a la beatificación y 11 más de Costa Rica.

Por la noche, las autoridades realizaron la inauguración del rótulo luminoso con el nombre oficial del aeropuerto, en honor al beato salvadoreño. El nombre del aeropuerto fue modificado en marzo del año pasado.

Vía terrestre

El expresidente guatemalteco Álvaro Colom, ingresó ayer al país por la frontera Las Chinamas, en Ahuachapán.

El exmandatario fue custodiado por una caravana de policías hasta la capital salvadoreña. “Monseñor Romero es icono del catolicismo en El Salvador y en toda Centroamérica. Su muerte fue un golpe muy duro para la gente que pensaba en cambios pacíficos. Es un evento muy especial”, dijo Colom.