El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Julio Olivo, hizo ayer un balance “positivo” del proceso electoral, y cuestionó que “grupos de poder político y económico”, hicieron análisis negativos solo porque falló un programa el propio día de las elecciones del 1 de marzo: el de la transmisión preliminar de los resultados electorales.
“Considero mi deber histórico realizar un análisis positivo del proceso electoral 2015 para guardar distancia de aquellos sectores de poder político y económico que a partir de los errores de una parte de un solo programa de los 15 programas del Plagel (Plan General de Elecciones), llámese programa de transmisión preliminar, se dedicaron a realizar análisis negativos de la totalidad del proceso electoral”, argumentó.
En esa fecha los magistrados tuvieron serias dificultades para transmitir los datos que estaban siendo enviados desde las Juntas Receptoras de Votos (JRV), el primer argumento fue que la empresa contratada para hacer esa tarea tuvo dificultades con el software y que este no era compatible con el sistema de informática para publicar los datos de las actas en Internet.
Luego fue a la Fiscalía a denunciar que se trataba de un “sabotaje” de un técnico del TSE, pero los fiscales dijeron que no presentó pruebas.