Virgen María, un ejemplo para las mujeres izalqueñas

El amor a la Madre de Jesús es impulsado por un grupo de mujeres de Izalco, que tiene más de 70 años de haber formado una hermandad.

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Muchas mujeres carga la imagen de la Virgen María en Izalco, entre ellas la actual presidenta de la Hermandad, doña Hilda de Galán (tercera de izquierda a derecha en la imagen). foto / Iris Lima

Por Iris Lima comunidades@eldiariodehoy.com

2015-04-02 9:50:00

SONSONATE. En cada una de las actividades que se llevan a cabo durante la Semana Santa, hay detrás un ejército de feligreses católicos que organiza cada detalle con minuciosidad.

En su mayoría, son hombres que participan en varias facetas a través de las diferentes hermandades; pero, en el occidente del país existe un grupo de mujeres que también hace lo suyo. Se trata de la Hermandad de la Virgen de la Soledad, con sede en la parroquia Nuestra Señora de los Dolores, única en su especie.

Según su actual presidenta, Hilda María de Galán, esta data desde mediados del siglo pasado, luego de que doña Octavia Valdez de Castillo donara la imagen de la Virgen María. Esta habría sido adquirida por su abuela, Isabel Valdez Girón, en la ciudad de Guatemala, en 1870.

La única condición que puso la donante fue que nunca saliera de Izalco y que participara en las procesiones de Semana Santa.

Es así como esta imagen sale dos veces al año por las principales calles del pueblo: el Viernes Santo, en el Santo Entierro; y el Sábado de Gloria, en la procesión de la Soledad o del pésame.

Es en esta última, que la imagen de la Madre de Jesús aparece en un atractivo jardín decorado con azucenas naturales.

Durante poco más de 70 años, este grupo de mujeres amantes de la Virgen María se ha encargado de velar por la protección y custodia de la imagen.

Es por ello que, previo a cada Semana Mayor, se preparan con al menos siete meses de antelación.

“Tenemos que organizar quién donará el jardín del anda y el vestido de la Virgen, porque Ella todos los años estrena ropa”, dice doña Hilda, quien de 51 años de vida y ha servido en esta hermandad desde hace 35.

El secreto

Cuando doña Hilda habla de la Virgen, los ojos le brillan de una manera especial y con emoción asegura que el amor que profesa por la Madre de Jesús es grande, tanto que le ha permitido servirle desde los 16 años.

A lo largo de los años ha enseñado a cientos de mujeres a amar a la Virgen; pues, asegura que ese es el secreto para desvestirla y vestirla, previo a las actividades de Semana Santa.

“Hay muchas cargadoras que quisieran irla a vestir; pero no pueden mientras no tengan por lo menos cinco años de pertenecer a la hermandad, porque con ese tiempo ya le pueden tener ese gran amor a la Virgen”, explica.

Ella recuerda una anécdota que le confirma su teoría. Dice que hace siete años, un grupo de mujeres llevaban cinco horas queriendo vestir a la imagen y no podía.

“Yo llegué y la vestí, porque de mí, ella sí se deja vestir porque sabe que yo la amo mucho”, asegura.

De hecho, ella es la encargada de velar por cada uno de los 25 vestidos de la imagen de la Virgen. Para ello, hace uso de un cofre, una maleta y un ropero que los mismos feligreses les han donado.