Matan a mandador de finca donde murieron 7 mareros y un empleado

Era el encargado del terreno donde policías mataron a siete mareros, en San José Villanueva

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La familia de Jesús Hernández, de 45 años, descubrió hasta ayer, en la morgue, que lo habían matado. Foto EDH / Salomón Vásquez

Por Diana Escalante sucesos@eldiariodehoy.com

2015-04-16 7:00:00

Una numerosa familia residente del cantón El Matazano, de San José Villanueva, La Libertad, está de luto por segunda vez en 20 días.

El pasado 26 de marzo fue ultimado Dennis Hernández, de 20 años, quien trabajaba como escribiente (encargado de hacer las planillas y otras tareas administrativas) en la finca San Blas, situada en dicho municipio.

Ese día, varios pandilleros que tenían una “convención de cabecillas” se enfrentaron con agentes del Grupo de Reacción Policial (GRP), que llegaron a realizar un operativo al saber que los delincuentes habían usurpado el lugar.

El empleado quedó en medio de la balacera en la que perecieron siete pandilleros (entre ellos una mujer). Unos 15 delincuentes escaparon.

Un día después del hecho, los familiares de Hernández y algunos vecinos negaron que fuera delincuente, como informaron las autoridades.

Los dolientes dijeron que por temor a que los mareros les hicieran daño, no se atrevieron a denunciar en la Policía que, unas tres semanas antes, los sujetos se habían llegado a instalar a la finca.

Dennis trabajaba ahí desde niño, porque su tío Jesús H ernández Martínez (quien era el mandador de la finca) lo llevaba para enseñarle cómo hacer las tareas agrícolas. Después le consiguió el empleo.

El miércoles pasado, veinte días después del homicidio de Dennis, la familia recibió otro golpe: asesinaron a Jesús.

Ese día el señor, de 45 años, salió de su casa a las 6:00 a.m. y tres horas después su cadáver fue encontrado en la finca Molunca, en Huizúcar.

La Policía informó que Hernández estaba dentro de una bolsa y tenía lesiones de arma blanca y de fuego.

En la escena no había documentos, por lo que la víctima fue llevada a la morgue como no identificada.

“Era pilar de la familia”

Los parientes del mandador no supieron que estaba desaparecido hasta la tarde del miércoles, cuando sus compañeros le contaron a su esposa que él no llegó a trabajar.

De inmediato le marcaron al teléfono pero no hubo respuesta. Luego empezaron a formar grupos para buscarlo pero, como cayó una tormenta, suspendieron la misión.

Según ellos, cuando llamaron a la Policía para reportarlo como desaparecido, la respuesta que recibieron fue: “Gracias por avisar”.

Algunos familiares de Hernández madrugaron ayer para presentar una denuncia en la Delegación de Santa Tecla. Un oficial los alarmó cuando les dijo que un día antes habían hallado un cadáver y que podría tratarse de Jesús.

Sin perder el tiempo fueron a la morgue y confirmaron que se trataba de su pariente.

Los Hernández relataron que Jesús no había sido amenazado. Ignoran si la muerte tiene relación con la balacera entre mareros y policías.

El único hecho sospechoso que recuerdan es que el miércoles vieron ingresar al cantón un pick up blanco. Supusieron que eran investigadores de la Policía que habían llegado, como otras veces, después del 26 de marzo.

“No sabemos de dónde puede venir esto. No salimos de una desgracia para entrar en otra”, lamentó una pariente de la víctima.

Los dolientes están indignados por la desidia con la que actuó la Policía cuando recurrieron a ella para dar con el paradero de Jesús. Tampoco olvidan que “mancharon” el nombre de Dennis al vincularlo con las pandillas.

Los Hernández son personas de escasos recursos. Siempre han vivido del trabajo en la finca. Jesús era a quien todos recurrían y lo consideraban “el pilar de la familia”.

Tras los asesinatos del señor y de Dennis, los dolientes han optado por abandonar el trabajo en la hacienda pues temen que haya otra desgracia.

Jesús era como un padre para Dennis y sus hermanos. Aunque no pudo engendrar hijos reconoció a su hijastra como tal. Mientras que sus vecinos dijeron que era muy entregado a la comunidad.