El Día Internacional de la Tierra ( 22 de abril), debe ser un punto de inflexión de nuestras vidas, para reflexionar sobre el hecho de que esta y cuanto contiene son maravillas de la creación de Dios.
A pesar de todo, el mundo es maravilloso. Somos los humanos quienes lo estamos destruyendo, pero Dios nos dio la conciencia que nos permite saber qué es bueno y qué es malo.
Urgencia
Proteger la naturaleza no es ir en contra del progreso. Históricamente está demostrado que no es fundamental estar peleando por legislar el agua, los bosques, la ecología en general, sino fortalecer nuestra conciencia positivamente para optimizar los recursos y tener criterios que garanticen la sostenibilidad de los recursos para las actuales y futuras generaciones.
Uno de los peores enemigos de la tierra es la erosión, que empobrece la capa de suelo agrícola, limitando la producción de alimentos y acelerando la crisis alimentaria y ecológica.
Dicho fenómeno es la factura que estamos pagando por el deseo de comodidad y la costumbre de echar la culpa a los demás, sin caer en la cuenta que poco hacemos por mejorar las cosas.
La alternativa viable, coherente y factible que tenemos, es realizar cultivares de arbolitos y cobertura vegetal al suelo para que nuestra madre tierra nos provea de sus bondades.
Un arbolito nos puede brindar frutos, madera, paisajismo, aromas, oxigeno, clima agradable, evitar la erosión, ser reservorio de carbono, infiltrador del agua lluvia al subsuelo.
La siembra de árboles permite dar vida a otros cultivares y proteger los mantos acuíferos.
En función de hacer algo beneficioso en el Día de la Tierra, el vivero San Andrés venderá al costo todos sus productos o plantas y además regalara dos plantas a cada cliente que visite el 22 de abril.
Todos somos responsables de lo bueno o malo que le sucede al planeta tierra.
Siempre existe un arbolito apropiado para cada lugar.
Grandes extensiones de terreno deforestadas son serios problemas para la humanidad. Pueden combatirse plantando árboles y son recomendables los de crecimiento rápido, usos múltiples y sobre todo, de gran capacidad de rebrote.
Es importante además que se desarrollen sin necesidad de muchos cuidados.
Son las características que se deben tomar en cuenta en los proyectos de reforestación que muchas veces fracasan por desarrollarlos con especies no adecuadas y otras, la mayoría, por hacerlas hasta el final de la estación lluviosa.
Algunas de las especies más adecuadas para reforestar, por cumplir las características mencionadas, son la leucaena, carreto, mamoncillo, guayabo, madrecacao, quebracho, cacao, cerezo, chaquiro, copalchio, entre otras bondadosas plantitas, existente en nuestro medio.
Recuerde, que una superficie de suelo sin cobertura o es polvo o lodo, que de muy poco servirá.