Como una amenaza a la libertad de expresión comercial, calificó Sherman Calvo, presidente del Consejo Nacional de la Publicidad (CNP), la posible aprobación de algunos artículos de anteproyectos de ley, como la de Seguridad Alimentaria, que actualmente se encuentra en estudio en la Comisión de Agricultura de la Asamblea Legislativa.
De aprobarse esa ley, al menos tres artículos regularían de manera dramática la publicidad de alimentos y bebidas, dijo el publicista.
“La ley de seguridad alimentaria está fraguándose. En los países donde funcionan leyes similares, manejan 30 o 40 artículos, la que se está impulsando en la Comisión de Agricultura de la Asamblea tiene 150 artículos, es de lo más complejo, como Ley no hemos tenido una, salvo la de Ecuador, que sea comparable a esta…”, explicó.
El publicista citó, además, otras regulaciones que también están amenazando la libertad comercial de la industria que él ha dirigido por más de cincuenta años.
“(En el país) hay amenazas muy fuertes en materia de libertad de expresión comercial, se están fraguando leyes y muchas de ellas con contenido regulatorio a la publicidad, la que ya está en vigencia con su reglamento aprobado, es la (Ley) del Consumidor, por suerte en la Defensoría mandan a escuchar la opinión técnica cuando un consumidor se queja, sobre todo por publicidad engañosa, eso sería bueno con otros Ministerios”, comentó el publicista.
Sobre la insistencia del Presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, de que la Corte Suprema de Justicia decida pronto sobre la distribución del espectro radioeléctrico, también lo calificó como peligroso.
“Yo comparo cada espacio de transmisión en el dial a una asamblea, cada frecuencia es un curul, entonces el gobierno necesita mayoría… Por eso hablan de una justa distribución del espectro, de democratizar el espectro, si un medio independiente y privado solo va a tener el 30 % y las radios comunitarias tendrán el 33 % y el gobierno queda con el 33 % restante, cómo nos dejamos convencer a nivel de país que eso es una propuesta democrática”, expresó Sherman Calvo.
“Todo lo que el gobierno pretenda generar en materia de control, y regulación es la amenaza más grande que tenemos para los próximos cinco años…”, agregó el presidente del CNP.
El empresario participó en el cierre de la IX Reunión Latinoamericana de Instituciones de Autorregulación Publicitaria (Conared 2015) , a la que asistieron representantes de España, Paraguay, Brasil, Colombia, Argentina y México.
En el encuentro, el presidente del CNP insistió que tanto él, como la industria en sí misma, no están en desacuerdo con las leyes y regulaciones que cualquier gobierno del mundo haga a la industria, el problema es cuando la regulación responde a intereses políticos o de otra índole, dijo.
Tal como sus colegas, participantes en el encuentro, volvió a confirmar que el modelo de autorregulación en la industria publicitaria, es el mejor, pues permite hacer publicidad con transparencia y respeto hacia los consumidores y hacia los mismos competidores.
Según el publicista autoimponerse reglas permite a la industria ser más responsable y eficiente. “Los que acusan a la publicidad de haber inventado el consumo, suelen ser los mismos que acusan a los médicos de haber inventado los enfermos… La publicidad se establece en una sociedad de consumo por mandato de esta y acude al llamado del consumidor para adelantar la relación entre las cosas y el hombre…” subrayó el profesional.
Aunque El Salvador es pionero en la práctica de la autorregulación y propició la formación de la Red Latinoamericana de Instituciones de Autorregulación Publicitaria (Conared), que ya integran ocho países, reconoce que aun hace falta mucho por hacer.
“Sí hay avances, pero aun hay camino por andar. El gran reto que hay, frente al resto de países no nos asusta, pero hay que trabajar de prisa porque esa es la dinámica que la industria pide…” expresó.
Sherman Calvo señaló que la industria de la publicidad nacional también enfrenta otro reto que les preocupa.
“Como industria tenemos un importante desafío. Tenemos años de no tener crecimiento económico y ahí viene un problema de cómo vamos a invertir, a innovar , a tener el mejor talento, mejor tecnología con una industria que está de la mano con una economía que no está creciendo, eso dificulta el trabajo, capacitar al talento humano, el bajo crecimiento económico nos está limitando”, destacó el empresario.
Libertad de expresión y de prensa en Latinoamérica
según el presidente de CNP, Sherman Calvo, la libertad de expresión comercial y de prensa, también se ha reducido en Latinoamérica, en especial en algunos países, según los últimos informes que existen (Prensa Asociada febrero de 2015), Venezuela y Ecuador son las naciones que más retrocedieron en materia de libertad de prensa, dijo.
“En materia de autorregulación que va de la mano con la libertad de expresión comercial, es imposible hablar de autorregulación en ambos países”, agregó.
“Venezuela y Ecuador fueron las naciones latinoamericanas que más retrocedieron en la libertad de información, según estudio difundido en febrero pasado… Venezuela retrocedió 20 lugares para ubicarse en la casilla 137…”, señaló el presidente del CNP.
Karla Ávila, representante de México, apuntó que en su país la preocupación no es que exista una regulación sino que se esté entrando a una especie de sobrerregulación, demasiadas reglas y demasiadas restricciones, y sobre todo en temas en que la propia industria puede hacerse cargo de mejorar y emitir publicidad más responsable.
“En el caso de México hoy existen nuevas reglas para la industria de alimentos y bebidas, donde se definen horarios específicos donde no se puede transmitir publicidad de ciertos productos..”, explicó.
Ignacio Astete de Argentina, mencionó, por su parte, que “la regulación que nos referimos es que el Estado en su cumplimiento de su rol, genera ciertas normas y reglamentos a los cuales los productos y la comunicación publicitaria debe ajustarse, el tema es que cuando la industria lo hace, cuando los protagonistas, las agencias de publicidad se autorregulan es mucho más sano para consumidores y para todos, porque se autorregulan entre competidores y desde un Código de Ética, donde los clientes somos nosotros mismos”, concluyó.