Demandantes: En JRV se repartieron votos

Actas con o sin datos son algunas de las inconsistencias

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Para Douglas Avilés lo más importante del fallo de la Sala es que se evita que esto ocurra en el futuro. foto edh / Cortesía

Por Magdalena Reyes politica@eldiariodehoy.com

2015-04-20 7:00:00

Luego del fallo emitido por la Sala de lo Constitucional, que ordenó abrir 2,872 urnas, que representan 27 % de las urnas de todo el país y buscan dar un resultado más transparente de la elección de diputados por San Salvador, algunos de los candidatos que demandaron las inconsistencias del proceso de escrutinio han continuado argumentando los motivos que los hicieron recurrir ante la Sala.

En una la entrevista Frente a Frente, Josué Alvarado, del PDC; Óscar García, del PCN y Douglas Avilés, del CD abundaron sobre el recurso de amparo que presentaron y que fue admitido por la Sala de lo Constitucional para realizar un nuevo conteo de votos en San Salvador.

Josué Alvarado, de PDC, indicó que a manera personal no sabe cuántos votos obtuvo en las elecciones para diputados de la Asamblea Legislativa realizadas en marzo pasado, tampoco supo si la ciudadanía le dio el voto de confianza, argumentando que esa es la razón que los llevó a interponer un recurso ante la Sala de lo Constitucional.

Entre las irregularidades señaladas por Alvarado están que el voto directo a su persona no fue fraccionado y la marca que se dio a su rostro en la papeleta, se pasó al partido directamente.

“No se cuantifica directamente el sufragio que el ciudadano le haya dado directamente a mi persona”, mencionó el candidato del PDC.

Dejó claro que a través de la demanda no busca un espacio en la Asamblea, si no sentar un precedente para el país.

“La razón de estar en esto, a nivel del país, es porque el precedente que se está montando es prometedor y de esperanza, para las generaciones del futuro que quieran buscar un cargo público de elección popular”, apuntó Alvarado.

También mencionó que a pesar de ser candidato, durante el proceso de escrutinio, no tuvo acceso para verificar el proceso, ya que su partido político no le brindó credencial.

Agregó que posiblemente muchos vean este proceso de nuevo conteo como un atraso, pero es saludable para la democracia y la credibilidad de las instituciones.

Óscar García, del PCN, por su parte mencionó que lo que sucedió en el escrutinio final fue un desorden “caótico” que el cansancio y la falta de capacitación del personal que componía las Juntas Receptoras de Votos (JRV), provocó que las actas no reflejaran lo que las urnas decían, desencadenando una serie de inconsistencias sistemáticas y frecuentes.

Dijo que lo que ocurrió fue que los partidos comenzaron a repartirse los votos, y señaló que dicha situación está grabada en audio y video.

“Por ejemplo el acta decía que habían 12 votos cruzados pero cuando te ibas al formulario A1, no era esa cantidad, eran más y cuando querían mandarlos al sobrante, no repartamolos proporcionalmente decían ahí y en realidad comenzaron a repartir”, dijo García.

Agregó que dicha situación fue denunciada por su persona ante la Fiscalía General de la República.

Actas con cero votos

Douglas Avilés, candidato que buscaba reelección por CD, dijo que la cantidad de actas con inconsistencias es de entre 300 y 600 y presentaban anomalías de distinta índole como la falta de firma, con ausencia o presencia de voto cruzado o preferencias, entre otras.

“Hasta actas que en Cifco les decían fantasmas, porque no tenían datos”, comentó el diputado del CD.

Ante la situación como partido político le pidieron al TSE que se revisara el paquete electoral, de ser posible caso por caso y en algunas situaciones llegaron a sugerir que la única salida era abrir la urna.

Detalló además que 158 actas se procesaron a cero votos durante el escrutinio.

“Son 158 urnas donde la gente fue a votar, que se pusieron a cero y representan más de 10 mil votos”, agregó Avilés.

Según el diputado este tipo de situaciones los lleva a establecer la conclusión que el proceso de escrutinio final desarrollado en Cifco, no responde a la realidad de lo ocurrido el 1 de marzo.

Avilés agrega que no es únicamente responsabilidad de las mesas del escrutinio final, porque tenían una serie de inconsistencias que venían desde las JRV.

“No podemos tener establecido un resultado realmente objetivo de lo que pasó el 1 de marzo por todas estas cosas”, expresó Avilés.