El traslado de reclusos realizado ayer por la mañana permitió la desarticulación de la red de comunicación que mantenían para fraguar planes delictivos, de acuerdo con fuentes de la Dirección General de Centros Penales (DGCP).
La de ayer es la segunda movilización masiva de reos que realiza Penales. Internos de las cárceles de Chalatenango y de Ciudad Barrios fueron llevados hasta la de Izalco, en Sonsonate, bajo un fuerte dispositivo de seguridad de las unidades élites de la Policía.
Personal de Penales que participó en el operativo aseguró que los pandilleros de la MS conformaban una supuesta red que operaba desde ambos presidios. No obstante, declinó ofrecer más detalles de la estructura.
El primer grupo trasladado salió a las 6:00 de la mañana de Chalatenango. De este lugar fueron transportados 140 pandilleros considerados de alta peligrosidad, de acuerdo con las evaluaciones previas hechas por la DGCP.
Bajo un fuerte dispositivo de seguridad de grupos especializados de la Policía Nacional Civil, los reos fueron escoltados por los aproximadamente 150 kilómetros que hay entre las dos cárceles. Ingresaron a Izalco las 9:00 de la mañana.
Mientras, el otro grupo de pandilleros salió al mediodía desde la cárcel de Ciudad Barrios, al norte de San Miguel. Hubo un retraso de dos horas en la movilización, después que las autoridades descubrieran dos pistolas y munición para las mismas en una de las celdas de la prisión.
Tras los primeros traslados que ocurrieron desde el martes pasado, ayer se hicieron las primeras visitas de familiares de los reclusos del penal de Izalco.
La mayoría de las visitas eran mujeres. Muchas de ellas expresaron su descontento por los cambios que lleva a cabo la DGCP.
Algunas mujeres llevaban toallas, jabones, calzado y ropa a los reos. Sin embargo varios artículos no fueron admitidos a las visitas.
Fuentes penitenciarias afirmaron que el jueves, un grupo de los reos de la MS que fueron trasladados tuvieron roces y ofensas verbales con los de pandilla rival, ya que solamente están divididos por un muro.
El director del penal intervino en el altercado y advirtió a los reos que deben de tener buen comportamiento de lo contrario, los custodios tendrán que intervenir.
El movimiento más grande hasta la fecha se realizó el martes anterior, entre los penales de San Francisco Gotera, en Morazán, y de Izalco, en Sonsonate.
La DGCP dijo, en un comunicado, que la medida “es parte del proceso de clasificación de privados de libertad que tiene como objetivo ubicar a los reos de mayor peligrosidad en Centros Penales con un mayor régimen de seguridad”.
De los 1,177 internos movilizados desde Izalco, 188 fueron llevados al centro penal de Quezaltepeque, en La Libertad. Y el resto, hacia Gotera. Además, 650 internos de este último pasaron al de Izalco. También hubo una requisa en busca de objetos prohibidos en las cárceles.
Piden un informe
La Procuraduría de Derechos Humanos solicitó al Ministerio de Justicia y Seguridad Pública un informe acerca de la creación de un batallón militar integrado por tres grupos que desarrollarían acciones en conjunto con la Policía para combatir la violencia.
Estos grupos apoyarán tareas de seguridad en zonas de alto índice delictivo, según anunció el presidente Salvador Sánchez Cerén.
La Procuraduría pide un informe sobre el mandato, funciones, los mecanismos de control y las regulaciones bajo los cuales desarrollarán sus acciones los referidos batallones integrados por las fuerzas militares.