Dos infantes heridos de bala en estado crítico

Un niño de 10 años y una menor de 3 años permanecen en cuidados intensivos

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Una niña de 3 años resultó baleada en el ataque en el que falleció su padre, de 33 años. foto edh / archivo

Por Yamileth Cáceres servicios@eldiariodehoy.com

2015-03-17 8:00:00

La violencia que se vive en el país también ha tocado a los infantes; en menos de tres meses, siete niños han sido ingresados en el Hospital Benjamín Bloom lesionados con arma de fuego, dos de ellos con impacto de bala en la cabeza; uno está fuera de peligro, el otro no.

De acuerdo con Aracely Canales, jefa de residentes de Cirugía del establecimiento pediátrico, cinco infantes permanecen ingresados.

De los cinco pacientes, dos están en estado crítico y permanecen en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

La jefa de residentes expresó que ambos están conectados a una máquina que les ayuda a respirar.

Se trata de un menor de 10 años con una lesión de bala en la cabeza, y una niña de 3 años con una herida en el abdomen y otra en el brazo izquierdo.

Canales manifestó que el primero de los pacientes llegó el viernes anterior y que la bala le ingresó al lado izquierdo del cráneo, a lo que le llaman una herida penetrante.

Debido a la gravedad de la herida, los especialistas lo pasaron inmediatamente a la sala de operaciones.

Los cirujanos identificaron una fractura en el cráneo y en el procedimiento le retiraron los fragmentos de hueso.

“Este niño está ingresado en Cuidados Intensivos, está en estado delicado”, declaró Canales.

Mientras que la infante fue recibida, en la sala de Emergencias, el domingo 15 de este mes en estado delicado, con dos heridas de proyectil.

La jefa de residentes comentó que la bala que le impactó en el abdomen le provocó cuatro lesiones en el intestino delgado y una en el intestino grueso.

“A ella se le repararon los orificios, otros se le desbridaron… se cortaron segmentos de intestino”, informó Canales.

Aumentan los casos

Tres pacientes más, entre 10 y 2 años, permanecen hospitalizados en el Bloom tras recibir impactos de bala en el cuerpo.

El 11 de este mes dos menores de 7 y 10 años fueron ingresados al establecimiento médico, uno presentaba un balazo en el ojo y la oreja derecha, al otro paciente el proyectil le ingresó en la cabeza al lado derecho.

Canales expresó que ambos pacientes fueron operados, pero ya se encuentran estables de salud. Ambos esperan su recuperación en uno de los servicios de hospitalización; el niño de 10 años pasó unos días en el área de cuidados intensivos.

“Por el momento, no podemos decir si tendrán secuelas o no, los dos se encuentran estables”, añadió Canales.

El otro caso es un bebé de 2 años que tiene una herida de bala en la pierna derecha, el infante también pasó a sala de cirugía. Las evaluaciones médicas y los exámenes de diagnóstico determinaron que no presenta lesiones óseas, solo en tejido blando.

La jefa de residentes de Cirugía añadió que de la evolución de salud que presentan los niños víctimas de las armas de fuego son referidos a la especialidad correspondiente para que lleven su control.

“Ahorita no podemos hablar de secuelas, porque están dentro del tratamiento”, acotó Canales.

Todos los casos tienen reserva, por ello no pueden proporcionar lugar de procedencia ni las condiciones en las que fueron lesionados.

Para darles el alta médica, deben esperar la resolución de la fiscalía.

Se conoce que en algunos casos resultaron heridos en ataques de pandilleros.

Entre los siete niños atendido en el Bloom, en lo que va del año, se encuentra la niña de 3 años que se iba con su madre y padre cuando fueron atacados en una gasolinera de San Salvador.

El padre de la infante, de 33 años, murió y su madre fue trasladada a un hospital, también con lesiones ocasionadas con arma de fuego.

El número de atenciones de infantes con este tipo de lesiones reportadas en el hospital Bloom es mayor a los atendidos el año pasado en el mismo periodo, entonces notificaban cinco casos.

En todo 2014 el Bloom registró 26 niños heridos por arma de fuego, en 2013 fueron 21 y el año anterior, 12.

Carlos Mena, jefe de Epidemiología del Bloom, el año pasado, manifestó que el 40 por ciento de los menores que llegan baleados requieren cuidados intensivos.

Las autoridades lamentan que los elevados índices de violencia social afecten a la infancia, ya que los niños, además del trauma físico que reciben, también deben lidiar con el daño psicológico.