LA UNIÓN. Pupitres viejos y deteriorados, sanitarios en malas condiciones y techos agujerados son solo algunos de los aspectos negativos que a diario enfrentan los alumnos y maestros del centro escolar Caserío Pueblo Viejo, en el cantón Agua Escondida.
Lo peor de la situación no son las condiciones de infraestructura de la escuela, sino que para los 38 alumnos que cursan entre primero y sexto grado, solo hay dos educadores, incluido el director.
Quien dirige la escuela es Concepción Ruiz, quien junto a otro docente se dividen los alumnos para integrarlos y cumplir con la jornada educativa.
Asegura que son consientes de que la enseñanza no es la que deberían recibir los estudiantes, ya que deben fusionar a alumnos de primero, segundo y tercer grado, así como de cuarto, quinto y sexto, en dos salones de clases, pero hacen lo que pueden para sacar adelante a los estudiantes.
“Se trabaja con un libro en donde están las asignaturas a impartir, y si los alumnos necesitan de un refuerzo o tienen dudas, pues nosotros estamos para apoyarlos”, dijo Ruiz, en relación a la jornada educativa de los estudiantes de diferentes cursos.
Los educadores, según los padres, hacen lo que pueden ante la falta de apoyo de parte del Ministerio de Educación (Mined).
Los pobladores y padres de familia, manifiestan que la escuela se fundó en 1996, y desde entonces, las autoridades del Mined poco o nada han colaborado con el mantenimiento del centro.
Por esa razón le exigen que ejecute un proyecto de reconstrucción de la escuela y dotarles de nuevo mobiliario.
Reiteran que desde 1996, la única ayuda que han recibido del ministerio es la mejora de tres aulas y el bono educativo, que por cierto, dicen, no se los han entregado.
El director Ruiz aseguró que el año pasado se cambiaron unas láminas del techo de la cocina, bodega y la dirección.
Pero luego explicó que fue una donación que hicieron unos candidatos a alcaldes por el municipio unionense.
“También tuvimos el apoyo de un grupo de jóvenes de un comité de Agua Escondida, quienes repararon la mitad de los pupitres dañados y es así como estamos trabajando”, explicó Ruiz.
Para este año, la dirección de la escuela tiene programado solicitar ayuda al Ministerio de Educación para terminar de reparar las parte del techo que aún están dañadas.
“Son tramos de la malla que están cortados, se han dañado por la antigüedad, nosotros como escuela no tenemos los fondos para suplir todas estas necesidades”, agregó el director Ruiz.
Miguel Ángel Díaz, padre de familia, dijo que el gobierno central tiene en descuido la escuela.
“Si usted mira una de las aulas que utilizan los niños de parvularia para los juegos, es un colador en el invierno, se necesita que haya un proyecto de hacer nueva la escuela”, aseguró el padre de familia.
La tecnología es otro de los aspectos que aún no tocan el centro escolar, pues los estudiantes no saben computación ante la falta de un centro de cómputo.
De hecho, el único ordenador que hay en la escuela es para uso de la dirección, pero está fuera de servicio.
A ello se suma que al menos hasta ayer, la maquina fotocopiadora del centro funcionaba perfectamente, pero carecía de tóner, por tanto, no podían usarla.
Otra de las carencias es la malla ciclón de la cerca perimetral, la cual fue colocada en 1996 y desde entonces no recibe mantenimiento.
“Está rota, no sirve y es necesario que la reparen”, dijo uno de los padres de familias en relación a la cerca ubicada en el contorno del centro escolar.
Se buscó la versión del director departamental de Educación, Carlos Reyes, pero este, como siempre sucede cuando se le busca por reacciones de diferentes problemas o necesidades de escuela de La Unión, no nos atendió porque se encontraba en reunión, según dijeron en la oficina departamental del Mined.