Reforestar es la mejor forma de celebrar el día del agua

No es solo plantar árboles, es hacerlo con las variedades adecuadas, en la época y sitios precisos

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Reforestar es la mejor forma de celebrar el día del agua

Por Mariano Villatoro comunidades@eldiariodehoy.com

2015-03-16 7:00:00

Numerosas campañas de reforestación se realizan cada año y gran parte de los ejemplares plantados mueren. Las razones son comunes: Iniciar la siembra al final y no al inicio de la estación lluviosa, plantar variedades no adecuadas e incluso establecer hoyos de siembra con medidas no correctas.

La ONU estableció el día mundial del agua el 22 de marzo de cada año. La RSE y la responsabilidad existencial de cada uno de nosotros, son claves para tejer mecanismos virtuosos para resolver la escasez del agua y deforestación Si El Salvador es prácticamente un “país cuenca”, proteger y conocer las cuencas es la mejor forma de encausar la RSE y el espíritu de voluntariado.

Estamos en la época oportuna para aprovechar el inicio del invierno y establecer planes de reforestación. Selección Las cuencas hidrográficas son excelentes maquinarias ecológicas.

En condiciones ideales, al tener una cuenca reforestada sin agua contaminada, estaríamos frente a un paraíso lleno de peces y recursos acuáticos. Pero la realidad es diferente. Tenemos cuencas totalmente deforestadas y el agua contaminada. Gobierna la erosión hidráulica, que provoca destrucción y muerte. Es relativamente fácil recuperar y disfrutar las bondades de una cuenca. Debemos realizar cultivares de árboles promisorios. Entre las especies adecuadas para proteger mantos acuíferos tenemos el palo de pan, ojushte, almendro de río, chaya o árbol sagrado de los mayas, pimienta, carreto, chaquiro, tempisque, carao.

También nim, marañón, arrayán, nance, paterno, morro, moringa, pepeto, volador, brasil, pacún, conacaste, matasano, zapotillo, chaperno, papaturro, guachipilín, leucaena, quebracho, palo de corcho, cerezo, cacao, trompillo y muchas otras especies apropiadas para frenar la erosión que al final forma las temibles cárcavas.

En general se deben sembrar árboles de gran capacidad de rebrote resistentes al viento y con raíces profundas.Podemos frenar la erosión en forma creativa con setos de izote, dracaena reflexa, dracaena fragans, zacate vetiver, cordalynes, cubriendo verjas de philodendros, allamanda, polialta, pachistachis, arachi pinto, clivias, brunfelcias, gardenias, mirtos, magnolios, bauhinias, crotos, claveles, sensiveria, entre otras infinidad de plantas ornamentales.

Con ello, lo que podría convertirse en un grave problema de derrumbes o cárcavas, será un sitio atractivo y bien protegido.