Cinco personas fueron asesinadas en Santa Cruz Michapa, Cuscatlán, el 27 de enero pasado, porque sus verdugos creyeron que eran pandilleros rivales.
Esta es la conclusión de la Fiscalía y la Policía Nacional Civil que investigan la masacre perpetrada en la calle principal del cantón Buena Vista, Quinta Espartana, Santa Cruz Michapa.
Tras decretárseles detención provisional en el Juzgado Especializado de Instrucción “A” de San Salvador, los cuatro sospechosos de cometer los homicidios fueron presentados ayer en las instalaciones de la División Central de Investigaciones (DCI), de la PNC.
Los sospechosos son Joel Aldair Escobar Aguillón de 20 años, apodado El Seco; Wilber Stonber Barahona Barahona, de 23 años, apodado Pechuga; Wilber Alexander Pérez Aguillón, de 19, alias Wino y José, Melarmino Girón Martínez, de 35 años y apodado Mino.
El director de la PNC, comisionado Mauricio Ramírez Landaverde, dijo que los pandilleros fueron detenidos por orden de la Fiscalía acusados de cometer la masacre.
Explicó que los sospechosos atacaron a las víctimas con diversas armas cuando estas laboraban en un proyecto de fraguado de la alcaldía local.
Se indicó que los detenidos participaron directamente en los homicidios de Juan Pablo Urías, Celso Josué Alvarado, Edwin Alfaro Vásquez, Celso Armando Juárez y Ricardo Molina Mejía.
El día de la masacre, los sospechosos llegaron al lugar y amenazaron con sus armas a unas 20 personas que laboraban en el sitio.
Tras apartar a las víctimas les dispararon a quemarropa.
Las autoridades capturaron a los sospechosos el 28 de febrero y el 1 de marzo pasado.
El referido tribunal ordenó ayer que los imputados sean recluidos en el Penal de Cojutepeque, mientras continúa su proceso penal.
La PNC informó que los detenidos cuentan con antecedentes penales y que operaban en los alrededores de Santa Cruz Michapa.