PNC de Soyapango le vendó los ojos a hombre detenido

Abogados dicen que es práctica violadora de derechos humanos que se suponía estaba erradicada

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PNC de Soyapango le vendó los ojos a hombre detenido

Por sucesos@eldiariodehoy.com

2015-03-30 8:00:00

A las 12:07 minutos p.m. del miércoles 18 de marzo, una camioneta beige polarizada con placas particulares se estaciona frente a la casa que ocupa la División de Investigaciones (Din) de Soyapango.

Dos policías se bajaron apresurados y abrieron la puerta del garaje de la casa. A primera vista, en el vehículo solo se observan dos policías, pero cuando los dos agentes abrieron la puerta, otros cuatro se bajaron del automotor.

En el mismo acto, los policías bajaron de la camioneta a un hombre, de aspecto joven que iba esposado con las manos hacia atrás y con los ojos vendados con una pañoleta verde. Todos los policías andaban cubiertos sus rostros con gorros pasamontañas y uniformados de azul con las insignias de la corporación policial.

Un fotoperiodista de El Diario de Hoy que circunstancialmente estaba en la zona captó las imágenes sin que los policías se percataran de su presencia, ante la curiosidad del hecho de llevar vendado a un detenido.

Abogados: Una práctica del pasado

El abogado Francisco Beltrán Galindo dijo a El Diario de Hoy que esa práctica de vendar los ojos a un prisionero es una violación a los derechos de las personas. “Creo, definitivamente, que se le están violentando sus derechos”, afirmó.

“En teoría, la Policía cuando captura a alguien debe informarle por qué lo captura. Y lo lógico es que el privado de libertad sepa hacia dónde lo llevan”, explicó el abogado.

Por su parte, un magistrado de la Corte Suprema de Justicia, que pidió no ser mencionado, afirmó que conducir vendada a una persona capturada tiene todos los vicios de un abuso de autoridad y es un trato inadecuado a una persona que es privada de libertad.

“Vendar a un detenido es prohibido, no es un acto compatible con los procedimientos policiales; eso representa un retroceso al pasado”, afirmó el abogado.

En principio, según el magistrado, una de las garantías básicas de una persona que es detenida, es que quien lo captura se identifique como agente de la Policía, que le diga por cuál delito lo detiene, qué autoridad ha ordenado su captura. Si esas reglas básicas se tienen que cumplir, con mayor razón el detenido tiene que saber para dónde se lo van a llevar”, indicó el magistrado.

Agregó que la conducta de los policías que condujeron vendado al prisionero podría caer en un tipo de tratos menos graves que la tortura pero que, igual, son violatorios a los derechos del imputado.

El hecho de vendar los ojos a una persona que es capturada por la Policía es un quebrantamiento de los procedimientos para tratar a una persona privada de libertad, puntualizó el funcionario judicial.

El procurador de Derechos Humanos, David Morales, también cuestionó el procedimiento y dijo que son de las acciones más denunciadas en la institución que dirige.

El procurador afirmó que la Policía Nacional Civil es una de las que más denuncias tiene por sus procedimientos policiales (Ver nota a la par).

PNC dice que es práctica prohibida

Por su parte, el director de la Policía Nacional Civil (PNC), Mauricio Ramírez Landaverde, aseguró que el procedimiento para la captura de una persona y para conducirla detenida no contempla en ningún momento que se le tenga que vendar los ojos, tal y como procedieron los agentes de Soyapango.

Ramírez Landaverde dijo que si en alguna unidad alguien lo estuviera poniendo en práctica, sería contrario a todo ordenamiento interno de las normas de la corporación policial.

“Podría ser como un trato cruel, inhumano y degradante, dependiendo de cómo se desarrolle. Habría que verlo. Pero, en un dado caso, podría comprender una práctica de ese tipo, que es contrario a los procedimientos policiales”, dijo el jefe policial.

Según el director de la Policía, en caso de que un policía hubiese cometido ese hecho, tendría que ser investigado, porque en ningún momento, en ningún caso, un policía puede vendarle los ojos a un detenido dentro de un procedimiento.