La Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Social (Fusades) recomendó al gobierno que concentre la actividad de gestión, prevención y mitigación de riesgos en la protección de cuencas hidrográficas, a través de mecanismos de compensación de servicios que proveen estas zonas; en las cuales vive la población más vulnerable del país.
Según el ingeniero Leopoldo Dimas, Investigador del Departamento de Estudios Sociales de Fusades, esto supone que se impulse un diálogo y un consenso para estimular la inversión privada en estas zonas del país, así como una agricultura resistente a climas extremos.
Dimas declaró que estos esquemas han tenido bastantes impactos positivos al menos en la región Latinoamericana y otras regiones del mundo donde se han puesto en práctica.
El planteamiento surge como parte del análisis que la gremial empresarial hace en el Informe de Coyuntura Social con respecto al el impacto que la sequía causó el año anterior en la producción de granos básicos nacional.
El estudio pone en primer plano que si bien el país siempre ha estado atado a los fenómenos naturales cíclicos, hasta el momento sigue limitado a realizar acciones de atención de la emergencia y no de prevención, como ocurrió con el fenómeno de sequía que se dio en el segundo semestre del año anterior.
“La sequía ocurrida entre los meses de julio a agosto de 2014 afectó la producción de granos básicos, provocando aumentos en los precios del maíz y el frijol. Se estima que 103,589 productores en 105 municipios y 12 departamentos sufrieron pérdidas de sus cosechas, las cuales ascendieron a US $70.1 millones”, expone el documento.
El déficit de alimentos provocó que 17 mil 86 hogares (85 mil 430 personas) no tuvieran suficiente que comer poniendo en riesgo su seguridad alimentaria y nutricional.
Tal como plantea el informe el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), a través del Observatorio Ambiental, sí generó valiosa información para poder realizar acciones concretas de prevención y mitigación de riesgos asociados con la sequía, pero esto no se aprovechó. Esto se tradujo en que el gobierno, a través del Ministerio de Agricultura se limitó a distribuir paquetes de semillas de maíz y sorgo, así como fertilizantes para incentivar la siembra extraordinaria.
De cara a esto, Fusades también recomienda establecer un sistema de alerta temprana, definir programas que puedan activarse rápidamente para lidiar con los impactos de los fenómenos naturales y continuar fortaleciendo el Observatorio Ambiental y la información sobre los recursos naturales.