Estudio revela que hay problemas para garantizar el financiamiento de la reforma de salud

En la investigación elaborada por Adescvad/OMS se identifican los problemas de financiación para consolidar y ampliar la reforma de Salud implementada en el periodo anterior. La asignación presupuestaria a partir de 2013 se mantiene estática, el crecimiento anual no pasa del cinco por ciento.

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La apuesta de la anterior administración fue ampliar la cobertura de la atención primaria con la creación de los Ecos. Foto EDH /

Por Texto: Yamileth Cáceres

2015-03-15 9:50:00

l modelo de la Atención Primaria en Salud (APS) impulsado en 2010 a través de la reforma de salud demanda recursos crecientes. Pero esa alza en el presupuesto solo se pudo observar en los primeros tres años del proyecto estrella del gobierno. Actualmente el gobierno enfrenta dificultades para garantizar la sostenibilidad financiera del modelo.

Así lo establece el informe preliminar del “Estudio Sobre Sistemas de Financiación Sanitaria” publicado en julio de 2014 y coordinado por Óscar Parada de Adesvad/OMS y en que sugiere mecanismos para avanzar hacia la cobertura universal.

El presupuesto del Ministerio de Salud pasó de $368 millones en 2006 a $587 millones en 2012, en concreto fueron $219 millones más.

“Sin embargo, hay cierto escepticismo con respecto a la sostenibilidad de este aumento que está relacionado a los costos fijos de los recursos humanos”, se lee en el documento.

En el Gobierno anterior contrató a 3,339 empleados, la mayoría para trabajar en la atención primaria con la instalación de los Equipos Comunitarios de Salud (ECOS) Familiares y los Especializados.

Según el informe, a partir de 2013, la crisis fiscal llevó a un proceso de presupuestos ajustados; como consecuencia los recursos destinados al Minsal han aumentado ligeramente, pero la mayor parte está vinculado a los compromisos existentes o a los costos fijos, es decir, los salarios, y otros.

Las inversiones han descendido comparados con los niveles de 2013.

El impacto que provoca la eliminación de las barreras económicas y financieras con la instalación de los Ecos, sumado a la transición demográfica y epidemiológica en el país (las enfermedades crónica representan una fuerte carga económica) exigen un incrementos sostenido de recursos.

“Las asignaciones presupuestarias para poder financiar estas necesidades crecientes frenó su tendencia ascendente a partir de 2011, generando preocupación sobre la sostenibilidad financiera del modelo en el Ministerio de Salud”, se recoge en el documento.

El presupuesto del Minsal, como porcentaje del PIB, ascendió gradualmente desde 1.8 por ciento en 2007 a 2.4 por ciento en 2010, en los dos años siguientes se mantuvo en los mismos niveles, pero en 2013 bajó a 2.3 por ciento.

Los fondos destinados al Minsal entre 2013 y 2015 han crecido menos del nueve por ciento, equivalente a $50 millones. En ese periodo el presupuesto pasó de $565 millones a $615 millones.

El consultor de Anesvad/OMS expresó que de 2011 a 2013 hubo un crecimiento importante en el presupuesto, luego la asignación se mantuvo estático, incluso más bajo que la inversión de los años anteriores.

Parada expuso que el país necesita una inversión en Salud de por lo menos 4.5 ó 5 por ciento del PIB, este fue un compromiso incumplido del expresidente Mauricio Funes.

Los consultores que elaboraron el estudio determinan que las finanzas del Minsal se caracterizan por una marcada presión sobre el gasto proveniente del creciente costo del recurso humano por el escalafón, que significa un incremento salarial de un ocho por ciento.

Entre 2008 (antes de la reforma de salud) y 2012 las consultas preventivas y curativas aumentaron 22 por ciento en los unidades comunitarias, y un siete por ciento en los hospitales generales, pero las asignaciones presupuestarias no reflejaron esa evolución de las atenciones.

“La reforma en salud generó una gran presión sobre el gasto que tuvo correspondencia con incrementos significativos del presupuesto del Minsal, en 2009, 2010 y 2011, pero a partir de 2012 el crecimiento interanual viene siendo inferior al uno por ciento; muy bajo frente a las necesidades propias de los modelos de Atención Primaria en Salud (APS)”, se lee en la indagación.

Agregan que las estrategias de las APS demandan recursos crecientes en por lo menos siete por ciento anual de manera interrumpida durante cinco y diez años.

Los problemas

La iniquidad en la inversión en salud, la fragmentación del sistema y el compromiso del pago del escalafón ponen en aprietos al Minsal para el financiamiento del modelo y avanzar hacia la cobertura universal.

El informe “Estudio Sobre Sistemas de Financiación Sanitaria” detalla que la inversión del Minsal por paciente al año es inferior al resto de prestadores de servicios.

El Minsal destina $114; el Seguro Social, $237; Bienestar Magisterial, $528 y Sanidad Militar, $262.

“Existen grandes desigualdades en el financiamiento de la atención de la salud entre los diferentes subsistemas, donde el Servicio Nacional de Salud recibe constantemente fondos insuficientes”, establece el informe.

Salud cubre el 73 por ciento de la población, el ISSS el 24 por ciento y Bienestar Magisterial (ISBM) y los Comandos de Sanidad Militar (Cosam) el tres por ciento cada uno.

Otro de los problemas que menciona el informe es que 5.9 de cada 100 atenciones en el Minsal corresponden a afiliados al ISSS, ISBM o Cosam, pero solo se pide el reintegro en un 2.5 por ciento de casos.

En cambio el ISSS si tiene modelos de costos y unidades de cobro, a través de ello determinan que los hospitales públicos le deben al Seguro Social $1.1 millón anual.

El estudio, también, revela que el escalafón constituye un marco de riesgo de sostenibilidad financiera, que el costo aumenta año con año.

Se estima que en 2013 fue de $23.6 millones casi el doble de lo destinado en 2009; eso significa que la aplicación del escalafón generó que hubiera menos recursos para los demás rubros.

“El escalafón es un factor de incremento en el gasto por remuneraciones permanentes y eventuales de al rededor de 8.3 por ciento anual de la mano de obra”, se lee.