Cerro Tecapa pierde 100 manzanas de terreno por fuego

Al menos 40 viviendas e igual número de familias estaban en riesgo que sus casas fueran alcanzadas.

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Cerro Tecapa pierde 100 manzanas de terreno por fuego

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2015-03-02 7:00:00

USULUTÁN, Al menos 100 manzanas de terreno fueron consumidas hasta las 6:00 de la tarde de ayer en una zona forestal del cerro Tecapa, en el municipio de Alegría.

El siniestro comenzó a la 1:30 de la madrugada de ayer en el caserío San Juan II y había consumido una vivienda hasta el cierre de la nota, alrededor de las 7:00 de la noche.

Otras 40 viviendas estaban en riesgo de ser alcanzadas por el fuego, que no podía ser extinguido debido a los fuertes vientos que azotaban la zona, y a la cantidad de maleza seca y árboles.

José Chávez, miembro de Cruz Roja Salvadoreña, confirmó que el fuego se expandía con cada ráfaga de viento y que amenazaba con alcanzar más viviendas.

En el trabajo de sofocación del siniestro laboraban miembros de Comandos de Salvamento, Cruz Roja, bomberos, Policía y soldados de la Sexta Brigada de Infantería.

Eran apoyados por la Fuerza Aérea que facilitó un helicóptero para lanzar agua y tratar de minimizar las llamas que alcanzaban los cuatro metros de altura.

Debido a lo amenazante del fuego, al menos 60 personas que residen en la zona fueron evacuadas de las viviendas más cercanas al sitio del siniestro.

Los cuerpos de socorro confirmaron que la evacuación fue para evitar tragedias, en caso que el fuego alcanzara las casas más cercanas.

Agregaron que el incendio fue provocado, pero sin precisar razones, aunque en la zona se desplazan cazadores que usan fogatas para sacar animales de sus cuevas.

El fuego habría iniciado en la parte baja del cerro, pero debido a los vientos, empezó a consumir rápidamente árboles y maleza que había en el lugar.

Al esfuerzo de bomberos se sumaron miembros de la comunidad quienes, machete en mano, hacían labores para evitar que el fuego se expandiera en el resto de árboles y maleza.

Además, cargaban cántaros con agua para, huacal en mano, intentar sofocar el fuego que amenazaba a las viviendas y sus residentes.

Santos Pérez, uno de los vecinos, aseguró que temían que las autoridades no pudiesen controlar el fuego y que alcanzara sus casas.

Aseguró que sería una noche dura, dado que el fuego no daba indicios de ceder y los vientos eran intensos.