Asesinan a jefe de la Fiscalía antihomicidios de Usulután

El jefe fiscal fue atacado a tiros ayer en el parqueo de la Urbanización Masferrer

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El jefe de la Unidad de Vida de la Fiscalía de Usulután, Andrés Oliva, fue asesinado en la colonia Masferrer, en Usulután.

Por Jorge Beltrán Luna Jaime García sucesos@eldiariodehoy.com

2015-03-07 8:00:00

El jefe de la Unidad de Vida de la Fiscalía General de la República (FGR) en Usulután, Andrés Ernesto Oliva Tejada, de 41 años, fue asesinado a tiros ayer a la 1:15 p.m. en el parqueo de la colonia Masferrer, en la cabecera usuluteca, donde residía.

Los informes policiales indican que Oliva Tejada fue atacado por miembros de pandillas quienes le asestaron entre 10 y 15 balazos a quemarropa cuando se dirigía a su auto en compañía de otra persona que resultó ilesa.

El cuerpo del funcionario quedó tendido a un lado del automotor que lo había dejado estacionado a unos 200 metros de su vivienda.

Allegados de la víctima aseguraron que era una persona muy religiosa y que desde hacía unos dos años había organizado un grupo de música compuesto solo por niños, que tocaban en una iglesia católica local.

El grupo musical ensayaba todos los sábados por lo que ayer, recién acabada la actividad, Oliva Tejada se dispuso a salir de su casa para trasladar a una persona hacia su vivienda. Al parecer, los asesinos ya sabían la rutina del fiscal por lo que fue atacado en el estacionamiento común de la colonia donde hay presencia de la mara Salvatrucha (MS-13) según confirmaron agentes policiales de Usulután.

La PNC montó un operativo de rastreo por tierra y aire, en busca de los atacantes en los alrededores del sitio del crimen. Un helicóptero sobrevoló las colonias aledañas.

Durante la búsqueda fue interceptado el taxi placas A 59-603, en la calle a San Dionisio, en el que se presume escaparon los asesinos del fiscal. La PNC arrestó al conductor del taxi en vías de investigación. La identidad del taxista no fue proporcionada por las autoridades policiales.

Horas después, tres sospechosos más fueron detenidos, dos de ellos identificados solo como los hermanos Marcos y Julio quienes vivían casi frente a la casa de Oliva Tejada.

Fiscales y policías irrumpieron en la casa de los sospechosos y los sacaron esposados. Sin embargo, familiares aseguraron que ellos recién regresaban de la playa cuando los detuvieron. Parientes y vecinos negaron la vinculación con el crimen.

El Fiscal General, Luis Martínez, y el director de la PNC, Mauricio Landaverde, llegaron a la escena del crimen.

Martínez se presentó a la casa del fiscal asesinado, en donde expresó sus condolencias a la familia.

“Con la Fiscalía no se juega”

El Fiscal General lanzó una severa advertencia a los pandilleros, luego de conversar con la esposa, hijos y otros parientes de la víctima.

“La Fiscalía está de luto. Han tocado la fuerza fiscal. Se equivocaron señores pandilleros cobardes terroristas. Este día el pueblo salvadoreño ha perdido a un verdadero héroe, un buen padre y un buen esposo”, manifestó consternado el fiscal general.

Agregó que “el poder de la autoridad les caerá. No vamos a descansar hasta capturar a estos cobardes pandilleros terroristas. Hoy sí se equivocaron, con la Fiscalía no se juega, se respeta. Hoy van a sentir el verdadero poder de la ley”, añadió.

El funcionario aprovechó para atacar la tregua entre las pandillas: “A mis compañeros fiscales, mis amigos y hermanos. Han tocado nuestra fuerza fiscal, de la forma más cobarde. Los criminales terroristas pandilleros, haciendo uso de las armas y el poder que la maldita tregua les proporcionó han quitado la vida a un héroe del pueblo salvadoreño”, recalcó el jefe fiscal.

El fiscal Martínez se comprometió a no permitir que las pandillas continúen afectando a la población con su accionar delictivo.

“No vamos a descansar hasta hacer justicia. Pido toda la colaboración a la Policía Nacional Civil para que juntos hagamos frente a estos terroristas. No hay palabra ya que los describa. No vamos a permitir que nuestra nación sea sometida por criminales ni a pactos oscuros malditos”.

Las recientes reformas penales aprobadas por la Asamblea mandan que los que atenten contra fiscales, policías, soldados, jueces u otro funcionario judicial, sean recluidos en el penal de máxima seguridad en Zacatecoluca, La Paz, conocido como Zacatraz.

Entre 2014 y lo que va de 2015, las pandillas han asesinado a 49 miembros de la Policía Nacional Civil.