José Rafael Anaya Moya, de 54 años, fue acribillado en su vivienda, la madrugada de ayer, cuando se disponía a empezar su faena, como a las 4:30 de la madrugada, en el caserío Valle Nuevo, del cantón Aguaje Escondido, en Tejutla, Chalatenango.
La víctima se dedicaba a transportar alimento para ganado y estaba sacando el camión que usaba para eso cuando los atacantes llegaron y le hicieron varios disparos. Fue trasladado al hospital de Nueva Concepción, del mismo departamento, donde minutos más tarde murió.
Fuentes allegadas a la investigación manifestaron que la víctima había presenciado el asesinato de un hombre que trabajaba con él y que supuestamente, tiempo atrás, había desertado de una pandilla.
El ataque contra ese hombre fue cometido hace un mes y medio en Chalatenango. Según las fuentes, no se descarta que los homicidas de ese sujeto fueron también quienes mataron a Anaya Moya.
Los cuerpos de Juan Pablo Sánchez, de 22, y de un menor de entre 14 y 16 años, fueron localizados ayer en la calle al caserío El Mechudo del cantón Nuevo Mundo de San Dionisio, en Usulután. Los cuerpos fueron desmembrados y depositados en bolsas de náilon que dejaron a un kilómetro del casco urbano del municipio. Según la Policía, las víctimas fueron asesinadas en otro sitio. La Fiscalía dijo que Sánchez era pandillero, pero del menor no dio detalles.
Capturan a supuestos homicidas en flagrancia
Cuatro sujetos que viajaban en una camioneta negra mataron ayer a un hombre, en el kilómetro 12 de la calle antigua a Mariona, en Apopa.
Los individuos no se percataron de que atrás de ellos viajaban unos policías motorizados que alcanzaron a ver cuando bajaron del carro a la víctima y le hicieron varios disparos.
La víctima murió de inmediato, mientras que los agentes persiguieron a los atacantes. Otros policías que ya habían sido alertados del hecho, aprehendieron a los sujetos en la colonia Monterrey, de Mejicanos, cerca del penal La Esperanza (Mariona).
Los homicidas y la víctima, según las autoridades, tenían tatuajes, pero aparentemente no eran alusivos a pandillas.
En otro hecho, Jesús Hernández Ramírez, de 26 años, fue ultimado en la lotificación Las Flores II, de Zacatecoluca, La Paz.