Decenas de agentes del Grupo de Reacción Policial (GRP) se enfrentaron, la madrugada de ayer, con al menos 25 integrantes de la mara Salvatrucha (MS) que operaban en diferentes municipios y que estaban reunidos en una finca en San José Villanueva, La Libertad. En la balacera murieron ocho sujetos, entre ellos algunos cabecillas. Un agente policial resultó lesionado.
Las autoridades dijeron que les seguían la pista a los pandilleros desde hace unos tres meses y tenían información de que ayer se iban a reunir para planificar delitos en la finca San Blas del cantón El Matazano, del referido municipio.
Como a la 1:00 de la madrugada, los agentes de la fuerza élite se dirigieron al lugar y, cuando los pandilleros “antenas” (que se encargan de vigilar) los vieron, les comenzaron a disparar con armas de alto calibre.
Los policías se defendieron y así empezó una balacera que, según las autoridades y algunos pobladores, se extendió por una hora.
Al menos cuatro de los sujetos murieron frente a la casa donde estaban concentrados; el resto en la parte trasera del inmueble, cuando intentaban escapar por veredas.
Las autoridades informaron que entre los muertos había al menos tres cabecillas de la pandilla que operaban en Nuevo Cuscatlán, Zaragoza y Santa Tecla. También murió una mujer que era pareja de uno de ellos.
Los familiares de los sujetos los identificaron como Sonia Guerrero y su compañero de vida, José Alfredo Aldana, (a) Taz, quien supuestamente era el cabecilla de la mara en el cantón Ayagualo, en Zaragoza.
El hombre, según fuentes policiales, tenía cinco órdenes de captura.
Junto a ellos murió Mauricio López García, apodado Matador, quien aparentemente estaba a cargo del grupo delictivo en Nuevo Cuscatlán.
También perecieron Manuel Gutiérrez González (Garrobo); Hugo Nelson Melara Miranda (Zyper) y Dennis Ernesto Hernández Aguirre (Bote). Asimismo, murió José Antonio Gómez (Guereja), quien según sus parientes era empleado de la alcaldía de Santa Tecla, y Dennis Alexander Hernández Aguirre. Algunos residían en Panchimalco y en comunidades del oriente de San Salvador.
Los parientes de este último dijeron que él no era marero, sino que trabajaba cuidando la finca.
Según ellos, antes del enfrentamiento Hernández llamó por teléfono a un familiar para preguntarle qué hacer porque varios pandilleros armados habían llegado al lugar.
Murieron empuñando las armas
Las autoridades informaron que en la escena del múltiple homicidio fueron encontradas seis armas de fuego: dos escopetas; dos fusiles M-16 e igual número de pistolas calibre 9mm.
Algunas de las armas las tenían empuñadas los pandilleros que murieron en el enfrentamiento con los policías.
Algunos habitantes de los cantones El Manzano y Ayagualo estaban asombrados porque habían matado los sujetos que desde hace varias semanas los estaban acosado.
Los lugareños relataron que la presencia de los delincuentes fue más notoria a inicios del año, pero desde hace más de un mes varios sujetos que no residían en la zona llegaron a usurpar una finca que días antes había sido abandonada por sus moradores.
Las fuentes no supieron precisar si los habitantes de la casa se fueron por su cuenta para escapar de la inseguridad o si los obligaron a hacerlo bajo amenazas.
También señalaron que los mareros estaban amenazando a los adolescentes para que se metieran a la pandilla.