Ciudad Dolores y Apulo viven sufrimiento de María

El martirio de Jesús, que sufrió la Virgen María como madre, es recordado durante las fiestas patronales que en distintas fechas son celebradas en ambos lugares de Cabañas e Ilopango de San Salvador

descripción de la imagen
Los habitantes de Dolores, en Cabañas, celebra sus fiestas patronales con procesiones en las calles principales del pueblo, además de disfrutar de los atractivos de la feria. La celebración mayor se realiza el 26 de marzo, cuando las romerías llegan desde el Oriente del país y del extranjero para

Por Violeta Rivas comunidades@eldiariodehoy.com

2015-03-26 7:00:00

Dolores Apulo, en Ilopango, y Ciudad Dolores en Cabañas, realizan sus fiestas patronales en honor a la Virgen de Dolores, en fechas distintas, ya que una es más tradicional y la otra se rige bajo el Concilio Vaticano realizado de 1961 a 1967, que decidió realizar las fiestas de la Virgen de Dolores para que no coincidiera con la Semana Mayor.

La exaltación de la Santa Cruz se realiza en la fecha en que Santa Elena encontró la verdadera cruz en Jerusalén, y se celebra el 14 de septiembre,. Por esta razón decidieron elegir el 15 de septiembre para festejar a la Virgen de Dolores y darle un significado de “La Virgen cerca de la Cruz”.

Pero por tradición Ciudad Dolores celebra sus fiestas patronales la semana anterior a la Semana Santa. Este año los festejos se desarrollan desde el 19 hasta el 28 de marzo.

Durante estos días el pueblo se llena de fiesta con procesiones que llegan de los diferentes cantones y caseríos, los cuáles se turnan para llevar las imágenes de sus patronos para visitar a la Virgen.

Curiosamente, el dolor de María se recuerda con las infaltables “ruedas” (juegos mecánicos), ventas de dulces tradicionales, además de realizar actividades como desfiles de carrozas, quiebra de piñatas, jaripeo y termina con una fiesta bailable en la calle principal.

De las dos fiestas, una celebrada el 15 de septiembre y la otra previa a Semana Santa, la segunda tiene más de 100 años y es la más grande del municipio, ya que recibe visitas de todas partes del país, especialmente de la zona oriental, y otras que viene de México, Guatemala, Nicaragua y de Honduras.

Para la celebración a la Virgen se realiza una novena dirigida por las comunidades cantonales y las comunidades de fe. Las procesiones comienzan desde el Viernes de Lázaro (el pasado 20), por la mañana y termina con una misa todos los días de la novena.

La peregrinación de los visitantes, para venerar a la Virgen, inicia a las 7:00 de la mañana y terminan alrededor a las 11:00 de la noche del Viernes de Dolores (27 de marzo), y a las 10:00 a.m. se celebra la misa presidida por Monseñor Elías Rauda, Obispo de la Diócesis de San Vicente.

Durante la víspera, el 26 de marzo realizan una procesión por las principales calles del pueblo hasta el templo, donde celebran una misa para recibir a la Virgen.

Muchos de los habitantes cuentan que los pobladores de antaño querían construir la parroquia en otro lugar, que se llamaba Puebla Vieja, y la imagen era llevada y luego aparecía en el mismo lugar. Fue por eso que se construyó la iglesia donde la Virgen quería estar y las personas que vivían en el otro pueblo llegaron a vivir ahí.

Otra historia cuenta que quisieron llevarla a Sensuntepeque pero no pudieron llegar, porque la imagen se hacía cada vez más pesada y se regresaron.

Cerca del lago

En Dolores Apulo la celebración en la época de Semana Santa incluye las tres horas de los Gozos y de los Dolores de Santa María y tiene lugar hoy en la parroquia de 1:00 a 4:00 de la tarde, para luego realizar el Vía Crucis.

Pero la festividad patronal eclesiástica se celebra en septiembre con dos procesiones principales muy simbólicas, pues es un pueblo que sigue sus costumbres coloniales.

Las actividades son coordinadas por las directivas de las fiestas de la iglesia y las del pueblo para no coincidir con horas y días.

La primera procesión es la de las antorchas y los faroles, y es cuando los pobladores llevan a la Virgen al cantón Joya Grande. Ahí la reciben con una gran fiesta y cohetes.

En la segunda procesión los feligreses acompañan la imagen en lanchas hasta la isla San Cristóbal, ahí el sacerdote bendice los cuatro puntos cardinales. Luego la regresan al pueblo, donde le han construido un altar a la orilla del lago y se queda en la cofradía. Aquí hay un convivio con comida tradicional y, al final, la trasladan al templo.

Otra de las procesiones más solemnes, conocida como “La Demanda”, sucede cuando la Virgen va por todo el pueblo visitando las familias para bendecirlas.

Estas fiestas son muy alegres con ruedas, juegos como el palo encebado, jaripeo, cerdo encebado, carreras de cinta, en caballo y en cayuco, entre muchas otras actividades.

El padre Nelson Díaz, párroco de Dolores Apulo, dice que “el significado de la celebración de la Virgen de Dolores es la maternidad divina de Santa María que acompaña a su hijo, que sufre la pasión y muerte por salvarnos del pecado”.