El actual jefe de la Unidad de Emergencias del hospital Rosales, Juan Antonio Tobar, permanece ingresado en un hospital privado por una inflamación en el colon y el apéndice.
Tobar fue internado el martes por la mañana para su tratamiento. La indicación son cinco días de antibióticos endovenosos y analgésicos, ese periodo debe estar hospitalizado.
El quebranto de salud se da en momentos en que el director del hospital Rosales, Mauricio Ventura, con autorización de las autoridades del Ministerio de Salud (Minsal), decidieran quitarle la jefatura de la Emergencia y trasladarlo a la Clínica de Úlceras y Heridas, a partir del 1 de abril.
Tobar manifestó que desde el fin de semana comenzó a sentirse mal de salud, pero por temor a represalias no se ausentó de sus labores, dado que tampoco existen las condiciones para solicitar permisos.
El cirujano manifestó que el martes el dolor se tornó insoportable y, tras los exámenes de diagnóstico, le identificaron diverticulitis aguda (inflamación del colon) y plastrón apendicular (el apéndice).
Si su cuerpo responde al tratamiento, al darle el alta médica deberán ingerir antibióticos orales por diez días, con ello se podrá prolongar la cirugía.
Tobar explicó que desde hace varios años le descubrieron el problema en el colon.
Añadió que la complicación de su salud no puede atribuírsela directamente a la presión y el estrés que ha vivido en los últimos días.
“La pude haber tenido con menos estrés, pero sin duda en un momento como este el sistema inmunológico no está preparado para hacerle frente a una enfermedad como esta”, acotó Tobar.
Otra de las situaciones que le preocupa al cirujano es que pese a estar hospitalizado, ayer del área jurídica y de Auditoria Interna le mandaron una nota por medio de la cual lo citan el 7 de abril para entregar el inventario de los bienes que están a su cargo.
“Eso atenta más contra mi salud, me siguen mandando las notificaciones aún en estas condiciones. Al final… esta gente no tiene ni la más mínimas consideraciones”, opinó el médico.
La semana pasada, los colegas del Rosales y del Colegio Médico hicieron público el respaldo a Tobar debido a la trayectoria que tiene dentro y fuera del hospital como cirujano.
Tobar catalogó la disposición de trasladarlo a la Clínica de Úlceras y Heridas como una venganza debido a su actividad sindical de denuncia de las deficiencias del hospital y por no usar el sistema de marcación biométrico.
Por su parte Ventura ha negado que se trata de venganza y respalda la decisión en que Tobar no responde a los intereses del hospital y del Minsal, que no asiste a las reuniones matutinas y no ha implementado el sistema de selección en la emergencia, entre otros.
La semana pasada, los médicos del Rosales acordaron no reconocer en el cargo al colega nombrado como jefe del área.