Rastro usuluteco lleva cinco meses sin agua por deuda

La Anda suspendió el servicio porque la alcaldía no ha pagado desde octubre

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El agua que usan en el rastro municipal para lavar los pisos y limpiar la sangre de animales sacrificados la llevan en pipas, pero es insuficiente. Foto EDH / Carlos SegoviaLas condiciones de higiene en el matadero no son las idóneas. Foto EDH / Carlos Segovia

Por Lucinda Quintanilla comunidades@eldiariodehoy.com

2015-03-08 12:00:00

USULUTÁN. Cinco meses han pasado desde que la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Anda) suspendió los servicios de agua potable en varios inmuebles de la comuna usuluteca.

Uno de ellos el rastro municipal, en el que se sacan a diario cientos de libras de carne de res y cerdo, que luego son comercializadas en los distintos mercados.

Los pobladores están preocupados porque dudan de que los productos cárnicos sean bien lavados y temen estar consumiendo carnes contaminadas.

Dinora Rodríguez, una de las comerciantes, dijo que “el agua del rastro municipal debería de ser prioridad, es decir, deberían de resolverlo y devolver el servicio, pues es ahí de donde sale la carne que nos comemos los usulutecos”, reflexiono.

Agregó que ya ha pasado mucho tiempo y lo peor es que no ven indicios de que vayan a darles el servicio en los inmuebles.

El administrador del rastro, José Aguilar, aseguró que llevan ya mucho tiempo esperando que el servicio les llegue, y están conscientes de que necesitan mucha agua para poder atender la limpieza adecuada de las carnes.

“Cuando destazamos hasta 25 animales, nos quedamos sin agua en el pozo interno que por ahora nos abastece, y muchas veces nos hemos visto obligados a pedir agua en pipas, incluso a bomberos”, explicó el administrador.

La mayor dificultad la tienen para el uso de los baños, ya que el agua del pozo solo la usan para la limpieza del cuarto de sacrificio, no para el resto de funcionamiento del inmueble.

Aseguraron que para usar los baños deben acarrear el agua desde el pozo hasta los sanitarios para el uso diario de 60 empleados.

“Menos mal que una asociación de carniceros, de Usulután, construyeron este pozo, porque sino, ya lo hubiéramos cerrado por insalubridad”, indicó Aguilar.

Por el momento nadie sabe con certeza que pasará con el servicio de agua, debido a que en la comuna lo único que dicen es que la deuda entre ellos y la Anda es mutua; pero por ahora no se ponen de acuerdo y mantienen inmuebles tan importantes como el rastro sin agua potable.

La preocupación de los pobladores es que la falta de agua origine contaminación o enfermedades gastrointestinales en quienes consumen las carnes.

“Del rastro es que sale la carne que nos comemos los usulutecos, no es posible que las autoridades no hagan nada para poner el agua de nuevo, porque realmente no creo que el agua de ese pozo que dicen que tienen, sea tan salubre como para limpiar las carnes”, sostuvo Rodríguez.

Pedro Esquivel, otro usuluteco, mencionó que “por ahora tenemos agua en los mercados, ojalá no se les ocurra cortarnos el servicio; pero nos preocupa que el rastro esté sin agua potable”, expresó.

Agregó que otra de las mayores preocupaciones radica en la pasividad de las instituciones, pues ni la comuna tiene soluciones, mucho menos la autónoma; tampoco el Ministerio de Salud presiona para garantizar que no se genere insalubridad o problemas de salud en el municipio por el consumo de carnes que podrían estar contaminadas.

José Romagoza, director del Sistema Básico de Salud Integral (Sibasi) de Usulután, explicó que cada tres meses están monitoreando el rastro para ver la calidad de agua que usan en el mataderos, además la inocuidad del producto cárnico que se procesa en el referido inmueble.

“El último monitoreo se realizó a finales de enero, pero no he verificado los resultados, habrá que ver si reflejan alguna anomalía”, indicó Romagoza.

El director del Sibasi mencionó que no conocía con certeza la situación del rastro, ni cuanto tiempo tienen sin el servicio.

La deuda que ambas instituciones mantienen de forma mutua supera los uno y dos millones de dólares, respectivamente.

Esas obligaciones datan desde hace mucho tiempo y ni la Anda ni la comuna han logrado cancelarse para ponerse al día.

La autónoma, como una forma de presión para obtener el pago, decidió cesar el servicio a la comuna, y desde inicios de octubre suspendió el agua potable en el rastro municipal, el cementerio general, el palacio municipal y otros inmuebles, que deben abastecerse del pozo del rastro o de las zonas donde aún cuentan con el servicio de agua.

Se trató de obtener la versión la institución a través de Gerson Víchez, empleado de la unidad de comunicaciones, se le llamó repetidas ocasiones a su teléfono móvil, pero no atendió.

También se le marcó al alcalde, Francisco Meardi, para conocer su versión de la problemática y como avanza la negociación; sin embargo, el edil no contestó su teléfono celular después de marcarle en varias ocasiones.

Los pobladores piden a las autoridades involucradas que resuelvan el problema antes de que se generen enfermedades o contaminación.