SONSONATE. Pensar en Izalco es imaginar a las comunidades indígenas y la basta tradición religiosa que ahí se respira. Sin embargo, no sólo se limita a eso. Este pintoresco municipio también cuenta con sitios turísticos que lo hacen impresionante y le permitieron ganar el año pasado el segmento “Pueblos con Encanto Natural” de la categoría “Comunidades Originarias”, del programa Pueblos Vivos 2014, que impulsa el Ministerio de Turismo (Mitur).
Entre los sitios emblemáticos de este municipio está el volcán de Izalco, que puede ser contemplado desde el mirador María Auxiliadora, ubicado en el cantón Las Marías.
Para llegar hasta ahí, se realiza una caminata donde se puede respirar aire puro y disfrutar de la naturaleza. La vista desde este lugar es impresionante, ya que no sólo se divisa la majestuosidad del también conocido como “Faro del pacífico”, sino que parte del municipio de Izalco.
En las faldas del volcán también hay varias cuevas como la cueva Escorpión y del Tanquito, en el cantón San Isidro.
Esta última, cuenta la tradición, que fue construida por el presidente Tomás Regalado entre 1899 y 1902 como un resguardo. En la actualidad, es utilizada por algunos miembros de la comunidad indígena para realizar sus rituales.
Los turistas pueden ingresar a ella, previamente preparados con lámparas y mascarillas. Su interior puede atemorizar por la oscuridad y los murciélagos que ahí habitan, pero que brindan una sensación misteriosa y única.
Otros lugares
El turismo en Izalco también puede incluir recorridos guiados a comunidades que buscan salir adelante a través de iniciativas productivas. Entre ellas está Maná Ojushte, una microempresa dedicada a educar y promover el consumo del ojushte, un alimento nativo de El Salvador.
El negocio está conformado por cuatro mujeres originarias del cantón San Isidro, quienes han visto en esta iniciativa una forma de generar ingresos. Entre ellas está Getsabeth Herrera, de 24 años, madre soltera de dos niñas de 9 y 6 años. “Siento que podemos salir adelante con este proyecto, porque es único”, dice la joven.
Otro emprendedor es el izalqueño Jaime Arévalo, quien cultiva cacao blanco y de color en sus dos manzanas de terreno demostrativas, ubicadas en el cantón Cangrejera, donde los árboles de este ancestral fruto crecen bajo la sombra de frutales como guineo, níspero y mamey, entre otros.
El programa Pueblos Vivos es una estrategia del Mitur que inició en 2009 y que busca implementar el turismo interno. Para ello, pone en vitrina la riqueza cultural, turística, patrimonial, gastronómica e histórica de los municipios.
Entre los premios que recibirá Izalco por haber ganado el año pasado, está la dotación de basureros, la construcción de una parada de buses, una estación turística y promoción de su oferta a través de los medios de comunicación.