“Aunque soy diferente, soy una persona normal”

La pequeña necesita una operación para que su mandíbula superior crezca

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A la pequeña María Jimena le gusta mucho cantar. También es muy aplicada en sus estudios. Fotos EDH / Lissette Monterrosa

Por Susana Joma nacional@eldiariodehoy.com

2015-02-12 8:00:00

“Aunque soy diferente soy una persona normal”, esta frase resume el sentimiento de la pequeña María Jimena; una frase que cala hondo en el corazón de papá y mamá.

María Jimena Guerrero tiene 9 años, es valiente, con un corazón noble y tiene la esperanza de que en un futuro cercano podrá salir a la calle con sus padres sin que las palabras de los niños y las miradas indiscretas de los adultos le causen tanto dolor, más del que ya ha sufrido tras dos operaciones que le han hecho para corregir su problema de paladar hendido.

Además, ella nació con una rara enfermedad que se llama Cutis Marmorata Telangiectásico Congénito (CMTC) y su mandíbula superior ha crecido muy poco con respecto a la inferior, debido a que no están alineadas tiene problemas para respirar y comer.

Su padre, Jorge Alberto Guerrero Luna, explicó que la niña necesita que le practiquen una nueva intervención quirúrgica que le corrija el problema en esta etapa de su desarrollo, pero no tienen dinero para costearla.

“Hay que hacer un procedimiento quirúrgico de fracturar los huesos y poner un aparato que le ayudará a alargar el maxilar. Hemos estado en un plan con una ortodoncista y con un cirujano de acá para llevar paso a paso, pero ahorita el procedimiento de ortodoncia no está dando los resultados que necesita. Como papás, queremos darle lo mejor , una cirugía que de verdad corrija su problema”, explicó el padre. Él y su esposa Carolina explicaron que el cirujano maxilofacial que ha llevado el caso de su hija ha estimado que el costo de la operación estaría entre los 20 mil y 25 mil dólares. Eso, independiente del dinero que necesitarán para llevarla al extranjero y acompañarla.

Los padres señalan que el cirujano les ha recomendado consultar a un especialista en el exterior, de quien están a la espera de una respuesta.

En busca de reunir fondos una amiga de la familia inscribió el caso de María Jimena en la lista de Go Fund Me, una organización norteamericana que, a través de las redes sociales como Facebook, promueve la recaudación de dinero para causas humanitarias, como la de la pequeña hija de los Guerrero que hoy cursa el tercer grado de Educación Básica.

Así las personas pueden donar dinero para María Jimena en el enlace http://ow.ly/I3U3h

“La gente va donando un dólar o lo que sea su voluntad y se va recaudando en un sitio, una cuenta de la misma fundación y el dinero está ahí protegido. Luego se hace una transferencia de fondos a una cuenta de nosotros cuando se va teniendo los resultados y hasta haber completado el dinero que nos hace falta para la operación de la niña”, explica el padre sobre la dinámica de aportación.

También se pueden hacer donaciones a la cuenta del Banco de América Central número 108836560, que está a nombre de Jorge Guerrero.

El padre destaca lo importante que es esta ayuda para cambiar la vida de su hija, a quien él y su esposa describen como una niña alegre, divertida, dulce y cariñosa en el seno de la familia, pero también muy tímida.

El año anterior, la pequeña pasó el grado con notas de nueve y diez.

“Tímida, porque de alguna forma su problema de la piel le ha dado dificultad para hacer amigos, pero pese a ello creo que es una niña valiente que ha podido superar esas barreras y que cada día lucha”, explica Carolina.

Y es que, según Jorge, desde que la niña tiene tres años y asiste al colegio, la pequeña es víctima del acoso de los niños. “El año pasado quizás ha sido de los más difíciles. Los niños le dicen cosas muy feas por la diferencia de su piel, por la diferencia de su mandíbula”, sostienen.

Pese a esos sufrimientos, los esposos están convencidos de que su pequeña es un regalo precioso de Dios y que ella tiene una misión especial, y la misma Jimena está convencida de que cuando sea grande ayudará a personas que como ella son discriminadas por como lucen físicamente.

Jorge narra cómo, después de un día de compras, al regresar a casa su hija tomó el celular y se encerró en el baño y grabó un mensaje, no sin antes cuestionarlos sobre por qué los niños no comprenden que aunque todos somos diferentes, todas las personas son importantes.

“Hola, chicos. Soy Jimena, soy una niña normal, me veo diferente, pero puedo leer y puedo hacer todo, aunque soy diferente soy una persona normal”, fue el mensaje de la niña.

Pese a que la pequeña no tiene amiguitos en el colegio, sus padres comentan que, por fortuna, como son una familia numerosa, tiene muchos primos que la quieren, entre ellos Mónica.

La familia Guerrero espera llegar a la meta y varias personas han comenzado a solidarizarse en el sitio de la fundación.