Impulsan el turismo a través de la conservación de la tortuga marina

En el caserío Bola del Monte, cantón Garita Palmera, de San Francisco Menéndez, Ahuachapán, se desarrolla el programa Quelonia, el cual busca conservar la especie

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Impulsan el turismo a través de la conservación de la tortuga marina

Por Cristian Díaz comunidades@eldiariodehoy.com

2015-02-14 8:00:00

AHUACHAPÁN. El Fondo de la Iniciativa para las Américas (Fiaes) está ejecutando en el caserío Bola del Monte, cantón Garita Palmera, de San Francisco Menéndez, el programa Quelonia, con el que buscan conservar las tortugas, principalmente de la especie golfina que está en peligro de extinción, e impulsar el turismo ambiental en esta playa.

El proyecto es muy adecuado en esa zona costera porque la playa es considerada virgen por la poca cantidad de personas que la visitan.

El gerente general de Fiaes, Jorge Oviedo, aseguró que pretenden “hacer un turismo de tipo comunitario rural para que sean la comunidades las que desarrollen las capacidades, generen ingresos y se vayan fortaleciendo para generar estas microempresas que proveen servicios”.

Anteriormente, los lugareños comercializaban la docena de huevos a $0.75 y eran utilizados para el consumo humano.

Pero hoy las personas de la comunidad, que está en los límites con Guatemala, están trabajando para su conservación, lo que les ha generado mejor proyección turística e ingresos económicos para el desarrollo de la comunidad.

Todos ellos tienen como fuentes de trabajo la pesca y la agricultura; sin embargo, no siempre la pesca es buena y el salario en el otro rubro es muy bajo.

La técnico del proyecto de Fiaes, Mariví Díaz, explicó que pagan a $2.50 la docena de huevos a cada tortuguero, y ellos entregan dos unidades adicionales como contrapartida.

Estos son recolectados por 130 personas, los cuales están acreditados por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).

El trabajo lo desarrollan en los nueve kilómetros que comprende la playa en el caserío.

Los huevos los llevan a un corral de incubación y luego son liberados.

Desde que inició el programa, en agosto pasado, han logrado la incubación de 26 mil 237 huevos y la liberación de 23 mil neonatos de tortugas marinas.

Una de las últimas liberaciones masivas fue a mediados de enero, con 400 neonatos.

De acuerdo con Díaz, antes los residentes subsistían de la venta de huevos de tortuga, pero con el proyecto les hacen un pago por recolección con el único fin de conservar la especie.

Oviedo expresó que por cada mil tortugas que se liberan, aproximadamente dos llegan a la edad adulta; y dentro de 15 años, en promedio, regresarán a la playa salvadoreña para depositar sus huevos.

Por ello, en su liberación, no son colocadas directamente al mar sino que en la playa para que hagan una especie de reconocimiento. El periodo de arribo de las tortugas es entre mayo y enero.

Polo de desarrollo

Con el proyecto que se está desarrollando en el sector se están beneficiando 1,200 habitantes; la inversión que se ha hecho es de $73 mil 633, donde Fiaes ha puesto $57 mil y el resto la comunidad.

Rigoberto Monge es tortuguero y el presidente de la Asociación de Desarrollo Comunal (Adesco), y reconoció que es un logro haber cambiado la mentalidad de muchas personas para la conservación del huevo de tortuga y se hayan sumado a la lucha para impulsar el turismo.

Los fondos han servido para la capacitación de las personas en áreas de preparación de alimentos, guías turísticos, implementación de recorridos a los manglares y elaboración de artesanías de coco, cartón reciclado, piedras y semillas.

Eso se ha hecho con el fin de crear un polo de desarrollo en torno a la tortuga marina para disminuir la depredación de los recursos naturales.

Una de las beneficiadas en el área de artesanías, María Vásquez, expresó que tienen la disponibilidad de aprender nuevos diseños. Pero aseguró que no están comercializando sus productos por la falta de clientes en la zona, y la escasa presencia de turistas nacionales y extranjeros.

Ella es una de las que elabora pulseras, collares y recipientes de cocos.

Pero aunque el plan es ambicioso, tienen el problema que muchas personas no conocen el lugar por encontrarse demasiado alejado, y cuyo acceso es por una vía de tierra.

Se llega al lugar a través de la carretera hacia la Garita Palmera. Los interesados para visitar el lugar pueden consultar llamar al número 7478-7993.