ISSS gastó $16 Mlls. en 2014 por tratamiento renal sustitutivo

Solo para el trasplante renal en 2014, el Instituto Salvadoreño del Seguro Social destinó $627,885 y en el resto de terapias sustitutivas (diálisis intermitente y ambulatoria y hemodiálisis) la inversión fue de $15.8 millones

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Pacientes con insuficiencia renal terminal reciben hemodiálisis en el Seguro Social. Foto EDH / Archivo

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2015-02-26 9:00:00

La terapia sustitutiva de pacientes con insuficiencia renal terminal le ha significado al Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) invertir $47.7 millones en los últimos tres años, de acuerdo con los datos de la Unidad Financiera Institucional de la autónoma.

De esa cantidad de fondos, el 96 por ciento corresponde a diálisis intermitente o ambulatoria y a hemodiálisis. El 4.2 por ciento restante fue para trasplante de riñón.

El año pasado, el ISSS destinó $16.4 millones a la atención de los derechohabientes cuyos riñones dejaron de funcionar. En 2012 fueron $13.9 millones.

La elevada cantidad de pacientes que se detectan con la patología en estadio avanzado ha llevado a la saturación de los servicios de Nefrologia del sistema nacional de salud, una razón por la cual deben reducir el tiempo de las terapias.

En 2014 el ISSS invirtió seis millones de dólares en diálisis peritoneal intermitente, en cuyo caso las personas llegan a los hospitales y son internadas por 24 horas. Esa rutina se repite cuatro veces al mes.

En diálisis ambulatoria la inversión fue de $3.6 millones. En estos casos, los usuarios se hacen el procedimiento cuatro veces al día en su casa.

Para hemodiálisis, el presupuesto fue de $6.1 millones. De esta forma, los pacientes se conectan a una máquina por cuatro horas aproximadamente, de dos a tres veces a la semana.

En trasplante de riñón la inversión fue de $627 mil 885.

Con las terapias sustitutivas se limpian los tóxicos del cuerpo, una de las funciones que los riñones dañados ya no pueden llevar a cabo.

El nefrólogo y fundador de la Unidad de Trasplante Renal del Seguro Social, Benjamín Ruiz Rodas, opinó que para las instituciones es más barato atender a un paciente con trasplante renal que uno en terapia dialítica.

Rodas expresó que en el primer año prácticamente el gasto de un paciente trasplantado es igual que el de uno en diálisis o hemodiálisis, esto debido al costo de la cirugía. Pero los costos bajan después.

“Para mantener a una persona viva en diálisis se gastan unos $20 mil al año y usted está condenado a seguir gastando eso todo el año hasta que el paciente muere. En trasplante gastamos lo mismo en el (primer) año poniendo (costos de) sala de operaciones y los medicamentos; pero el siguiente año solo (los costos de) los medicamentos, baja (la inversión) a cuatro a cinco mil dólares”, comentó.

De acuerdo con datos del ISSS, proporcionados por la Oficina de Información y Respuesta (OIR), el año pasado 29 pacientes recibieron un trasplante. En 2013 fueron 35 y en 2012 fueron 38. Esto evidencia que se redujo este tipo de procedimiento y que el número de cirugías anuales es poca comparada con la cantidad de personas en tratamiento sustitutivo. En 2014 había 1,198.

El costo de mantener a un paciente en diálisis peritoneal, según el ISSS, es de $9,533; en diálisis ambulatoria $9,400, en hemodiálisis $12,471 y en cada trasplante de riñón $21,652. De esta cifra, $16,560 corresponden a la cirugía; $2,456 a los estudios pretrasplantes del donador y $2,635 a los estudios hechos al receptor.

Roxana Durán, presidenta de la Asociación de Trasplantados Renales de El Salvador, coincide con Rodas. “Les sale más barato un paciente trasplantado que un paciente que llega tres veces a la semana a diálisis y hemodiálisis y un paciente trasplantado que solo se le dan sus medicamentos cada tres meses y va para la casa, y no está ingresado… uno sigue una vida normal”, aseveró.

Rodas cataloga el problema renal en el país como grave. Para él es una patología que consume el dinero de los países, por eso el trasplante debe ser una prioridad, añadió.

El ISSS, a través de la OIR, manifestó que el Servicios de Nefrología tiene la capacidad para atender la demanda de personas con insuficiencia renal terminal.

“En la actualidad se ha implementado la colocación de catéter blando de forma ambulatoria lo que permite que el paciente reciba su tratamiento 48 horas después de su colocación e inicie de forma inmediata su entrenamiento para diálisis peritoneal continua ambulatoria”.

Agregan que se implementan tres proyectos para ofrecer una alternativa a los pacientes renales: fortalecer la diálisis ambulatoria, a los afiliados se les llevan los insumos a sus casas; ellos también pueden optar por hacerse la diálisis en su casa y se les entrega una máquina cicladora para hacerse el tratamiento por las noches y a finales de enero se inauguró el Centro Integral de Hemodiálisis.

El centro fue construido en la Ciudadela Monserrat a un costo de $4.6 millones. Tiene cuatro salas para tratamientos de hemodiálisis y 80 máquinas para el tratamiento sustitutivo.