Un grupo de docentes que ya cumplió la edad y el tiempo para jubilarse pidió ayer a las autoridades del Ministerio de Educación (Mined), que propicien la emisión de un decreto transitorio de retiro que les permita marcharse de las aulas con una bonificación equivalente a doce salarios base.
Los profesores, que se reunieron a las 8:30 a.m. frente a las instalaciones de la cartera de Estado, argumentan que luego de dedicar su vida a la enseñanza de niños y jóvenes, merecen retirarse con una compensación, como años atrás lo hicieron otros grupos de educadores.
Paz Zetino Gutiérrez, secretario general de Bases Magisteriales, afirmó que la medida de presentarse y solicitar audiencia inmediata con los titulares del ramo obedeció a que “la actual administración ha dilatado demasiado” la gestión del decreto a nivel de la Asamblea Legislativa.
Gutiérrez expresó que ellos piden beneficio para 250 educadores, pero aclaró que los que están en esta situación podrían rondar los 4,200.
Para la profesora Leticia Díaz, quien labora en el Centro Escolar Reparto Los Santos, de la capital, explicó que la petición la han hecho desde 2010 y no han sido escuchados. “A estas alturas, algunos tenemos enfermedades terminales y los que no, ya estamos con un desgaste”, citó.
El secretario general de Bases aprovechó para externar el descontento sobre el cinco por ciento de aumento salarial que el gobierno ha decidido aplicar al gremio y adelantó que febrero cerrará con protestas fuertes de parte de los profesores por el maltrato de que son objeto por parte de la actual gestión.
Dos docentes que forman parte del Comité Pro Retiro Digno de Bases Magisteriales lograron ser recibidos por Hugo Higinio López, director de asesoría jurídica del Mined.
Mario Cruz, secretario de organización de Bases y quien participó en la reunión, dijo que de parte del Mined se les manifestó que hay voluntad política de resolver el problema a la mayor brevedad.
Cruz explicó también que el representante de Educación les planteó que el beneficio del decreto legislativo de retiro tendría que abarcar a todos los educadores que llenan los requisitos, no solamente a los que padecen enfermedades terminales.