AHUACHAPÁN. El Gobierno de Guatemala anunció recientemente que construirá un nuevo puente sobre el río Paz, en la frontera El Jobo, del cantón Las Chinamas, en Ahuachapán.
El objetivo es dejar de utilizar el actual, que desde octubre de 2013 ha presentado una serie de daños provocados, principalmente, por su antigüedad, ya que data desde el 12 de febrero de 1950.
Debido a que su construcción desde hace 65 años, y en aquel entonces la cantidad de vehículos que transitaba sobre la infraestructura era muchísimo menor que la que circula a la fecha.
El anuncio de la nueva obra fue realizado en la reciente visita que hizo al país el presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, y donde El Salvador también se comprometió a financiar la construcción de los puentes Manuel José Arce y Anguiatú, ubicados en San Francisco Menéndez, Ahuachapán, y Metapán, en Santa Ana, respectivamente.
Las obras servirán para fortalecer las relaciones comerciales entre ambos países y avanzar en el proceso de la Unión Aduanera Centroamericana, informó Casa Presidencial de El Salvador.
Pero mientras se concretiza la obra de la nueva infraestructura en Ahuachapán, el actual puente ya ha sido intervenido en al menos dos ocasiones desde que sufrió serios daños en octubre de 2013.
Los primeros trabajos de reparación fueron entre enero y abril de 2014, donde el Gobierno de Guatemala intervino toda la estructura a través de una inversión que superó el millón de dólares. Pero a los pocos meses de los trabajos, el pavimento colocado sobre las losas cedió por primera vez.
Fue entonces que en noviembre del mismo año se realizó una intervención, donde se colocó una capa asfáltica para unir las losas. Pero esta ya comenzó a ceder otra vez.
Julio Moreno, del Ministerio de Obra Públicas (MOP), expresó que es que poco lo que pueden hacer ante la caída constante de ese material, debido al mismo diseño que posee la infraestructura.
Aceptó que cada vez que este ceda, deben de eliminar lo que queda de capa asfáltica para colocar una nueva, lo cual no es lo ideal, pero es lo más inmediato ante la necesidad de las personas de utilizarlo.
Moreno aseguró que el puente no presenta daños estructurales, de acuerdo con las inspecciones que realizan cada 15 días.
Aunque reconoció la urgencia de la construcción de la nueva estructura, el proceso podría ser tardado por los trámites burocráticos que deben de realizarse a través de las cancillerías de ambos países.
El Gobierno guatemalteco deberá de iniciar, además, un proceso para presentar trazos, diseños y longitudes, a sus homólogos salvadoreños. También tendrán que realizar estudios de geometría, suelo e hidrológicos.
Por ello, aún no hay montos a invertir ni fechas de cuándo podría ejecutarse el proyecto.
Para mediados de marzo se tiene prevista una reunión entre las partes involucradas para estudiar los avances.
El MOP espera que el nuevo puente se construya más abajo del actual; pero eso dependerá de la propuesta que haga Guatemala. El actual tiene una longitud de 122 metros y cuenta con 113 losas.
Sobre el mismo sólo puede circular un vehículo a la vez, que no sobrepasen una velocidad de 10 kilómetros por hora y con un peso menor o igual a las 18 toneladas.