BUKOMI, una instancia que prepara permanentemente a comunidades

La institución es compuesta por las comunidades y autoridades de la ciudad de Kobe, fue creada después del devastador terremoto e incendio ocurrido en 1995.

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Habitantes de todas las edades reciben constante preparación para enfrentar las emergencias de desastres naturales.

Por Lucinda Quintanilla Enviada Especial a Japón comunidades@eldiariodehoy.com

2015-02-23 8:00:00

El terremoto de más de 7 grados y el posterior incendio en la ciudad de Kobe en enero de 1995, dejó grandes lecciones a sus pobladores. Una de ellas fue que debían prepararse permanentemente en la prevención de desastres, por ello crearon una instancia comunitaria que también es apoyada por el Gobierno, pero dirigida por los mismos habitantes, su nombre, BUKOMI.

El término es de origen japonés y significa prevención de desastres en comunidades.

Según Nobuhito Ohtsu, uno de los encargados, la instancia prepara a sus pobladores en Kobe durante todo el año con capacitaciones, pero además, con equipos que faciliten la reacción ante un desastre.

“Las comunidades brindan un apoyo financiero para que los líderes se encarguen de estar en constante labor de prevención y creen sus propios planes de reacción, de hecho en cada comunidad ya saben cuál es el punto de encuentro para salvarse en un caso de emergencia”, sostuvo Ohtsu.

La institución es integrada por las comunidades, el equipo de bomberos locales, además de voluntarios que son los encargados de ofrecer las capacitaciones.

Los entrenamientos son en reacción ante incendios, terremotos y además tsunamis, por tratarse de una ciudad costera.

En las escuelas los voluntarios enseñan a los infantes y adolescentes, técnicas incluso de rescate para salvar vidas en una tragedia.

Además hacen dos grandes simulacros al año para analizar y medir la capacidad de reacción de la población y detectar posibles debilidades y corregirlas.

Son 191 BUKOMIS en todo Kobe, cada uno recibe al año un apoyo del gobierno local de 140 mil yenes por distrito.

Eso se traduce en un poco más de mil dólares, mientras que otra parte del presupuesto lo ponen las mismas comunidades que dan cierta cantidad de dinero cada mes, para que el programa sea permanente a través de sus líderes.

La parte financiera de los vecinos suman los 200 mil yenes, que suman un poco más de mil 600 dólares. Con esos fondos realizan 29 proyectos comunales en el mismo tema.

Parte de los planes que han desarrollado está colocar en puntos estratégicos de las comunidades equipos contra incendios, por si se presenta una nueva emergencia.

“Se ha capacitado a los vecinos de todas las edades en uso de los equipos contra incendios, a los niños se les ha dicho qué hacer cuando se presente una emergencia de incendio o terremoto, para que cuando tengamos un evento similar al de hace 20 años, sepamos cómo reaccionar y evitar así la pérdida de vidas de nuestros vecinos”, explicó Ohtsu.

El pasado fin de semana la localidad de Iwaoki, realizó su primer gran simulacro del año, en el que participaron más de 300 personas de todas las edades y que forman parte de la comunidad.

En la actividad, dirigida por los líderes y el departamento de Bomberos, realizaron adiestramientos contra incendios, el uso de equipos para extinguir el fuego, además de técnicas para reaccionar en caso de heridos.

Los vecinos hicieron cadenas humanas para el traslado de agua en recipientes, además aprendieron cómo armar el equipo de mangueras para apagar un siniestro.

Los niños aprovecharon para aprender a usar los extintores, además de cómo armar camillas con materiales sencillos, como dos trozos de madera y mantas.

El último ejercicio era el de un simulador de terremoto, instalado en un camión y que sirve para enseñar a los vecinos cómo reaccionar ante un movimiento telúrico y qué medidas tomar sin caer en el caos emocional.

Los equipos están en las estaciones de bomberos y son ellos los que los manejan.

Son 50 en todo el país y fueron creados por japoneses a un costo de 32 millones de yenes, es decir, más de 200 mil dólares cada uno.

BUKOMI, es similar al proyecto BONSAI que realizó la Agencia de Cooperación Internacional del Japón en El Salvador, y que para este año tendrá su segunda fase, solo que en Japón se han convertido en una sólida institución con carácter de permanencia.

Jóvenes comprometidos

Chisato Yamamoto de tan solo de 16 años, lleva dos años de formar parte de la unidad de gestión y mitigación de desastres en el instituto In Maiko de la comunidad con el mismo nombre en la prefectura de Hyogo, que fue golpeada hace 20 años por el terremoto e incendio de Kobe.

La jovencita, al igual que sus 99 compañeros que forman parte del programa, tienen claro que si una comunidad es vulnerable ante desastres, la única alternativa para afrontar esas debilidades, es con conocimientos sobre cómo reaccionar.

“Tenemos un reto que debemos afrontar, sabemos que es una gran responsabilidad, pero debemos prepararnos para que cuando debamos vivir una emergencia tengamos las herramientas para hacerlo y salvar vidas”, dijo con firmeza la jovencita.

Esta escuela tiene como una materia dentro de su currícula, la gestión y prevención de desastres, donde los alumnos aprenden sobre el tema y realizan prácticas encaminadas en lo mismo.

Además, después comparten con otras escuelas e institutos de la ciudad sus experiencias.

Estos jóvenes incluso son voluntarios en casos de emergencias para las actividades que sean necesarias.

Muchos de ellos incluso han viajado a otros países para apoyar en desastres o enseñar sobre lo que han aprendido en su instituto.

Los docentes indicaron que lo más importante es la concienciación de los estudiantes con el tema y la inclusión de ellos en un problema que también les compete como moradores de Japón, un país altamente sísmico.