Comunidades se sienten burladas en Nuevo Cuscatlán

b Un centenar de familias temen ser desalojadas de terrenos municipales, sin que la Alcaldía dé opciones habitacionales

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Seguidores del FMLN agredieron a vecinos de comunidad monseñor Romero tras reunión con alcaldesa. Foto EDH / Cortesía.

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2015-02-24 9:00:00

El municipio de Nuevo Cuscatlán ha vivido días de tensión después de que comunidades pobres se sintieran burladas por el actual concejo, que preside Nayib Bukele, tras ser despojadas de terrenos que les fueron cedidos por comunas anteriores.

Los ánimos se caldearon el domingo y el lunes anterior, cuando los habitantes le reclamaron a la alcaldesa en funciones y candidata por el FMLN, Michelle Sol.

Una reunión entre habitantes de la comunidad monseñor Romero y Sol terminó en trifulca, el lunes. El saldo: cinco lesionados y un ambiente tenso entre pobladores y militantes del FMLN.

Lo que más indignación causó a los lugareños que llegaron a la cita con la funcionaria es que ella habría convocado a los simpatizantes del partido de izquierda para “hacer un show”, con la venia de policías y agentes municipales, quienes —según los afectados— solo estuvieron de espectadores en los desórdenes.

Rosa Ramos, simpatizante del partido de izquierda y habitante de la monseñor Romero, relató ayer que, el domingo, ella y varios vecinos regresaban de ver un predio que está contiguo al cementerio municipal, en donde la Alcaldía pretende reubicar forzosamente a un centenar de familias.

En el trayecto hallaron a Sol y su caravana cerca de una residencial. Según Ramos, ella se acercó a la alcaldesa para decirle que la comunidad quería reunirse con ella para abordar el tema del desalojo.

“De acuerdo, nos vemos mañana (el lunes) a las 5:00 de la tarde en su comunidad, júnteme a la gente”, es la respuesta que, según Ramos, obtuvo de la funcionaria.

Los lugareños tienen unos cuatro años de residir en la comunidad monseñor Romero y se oponen a ser reubicados a la par del cementerio porque el predio es pequeño y no tiene servicios básicos.

Una situación similar enfrentan unas 50 familias que viven en la comunidad Rivas Zamora, a quienes el exalcalde Nayib Bukele prometió previo a las elecciones municipales de 2012 construirles casas en un terreno que el Instituto de Previsión Social de la Fuerza Armada (IPSFA) le cedió, en 2001, a la alcaldía en compensación social.

En palabras de los vecinos, en 2011, la alcaldía administrada por Álvaro Rodríguez les cedió el predio para que vivieran más seguras, pero el concejo de Bukele revirtió el acuerdo municipal y devolvió al IPSFA la propiedad.

Sin embargo, una vez ganada la comuna, según los lugareños, Bukele les aseguró que el terreno ya no estaba.

Por su parte, Sol ha dicho que ya tienen un terreno sustituto para reubicar a las familias pero no da más detalles.

Militantes del FMLN agreden a pobladores

Ramos relató que una asistente de Michelle Sol la llamó el lunes por la mañana para decirle que la alcaldesa no llegaría a la cita y convocó a los pobladores a una reunión en la casa comunal a las 5:00 p.m.

Los lugareños llegaron con la intención de proponerle que los reubique en otro sitio, pero Sol pidió hablar solo con los directivos. Cuando Ramos intentó explicarle que no estaban, según ella, la alcaldesa se alteró, la calló y la acusó de hacerle “campaña sucia”.

La funcionaria también le pidió que se fuera del inmueble. La actitud de Sol molestó a Rosa quien antes de marcharse, secundada por algunos vecinos, le pidió respeto.

Al salir de la casa comunal, los residentes de la comunidad hallaron a varios simpatizantes del FMLN sin relación con el problema.

Después salió Sol y subió a su camioneta, pero Cecilia Valdés, otra de las habitantes, se puso frente al carro con la copia de unos documentos en los que, según ella, se detalla que el terreno donde está instalada la comunidad es para familias de escasos recursos.

Según Valdés, un agente municipal se acercó a ella, la tomó con fuerza por la espalda y la tiró al suelo.

La mujer cayó a los pies de dos simpatizantes del FMLN que empezaron a agredirla. La víctima dijo que le fracturaron un dedo y le hicieron varios rasguños.

Algunos lugareños sostuvieron que los policías y agentes municipales se limitaron a ver los desórdenes y a reírse.

En medio de los disturbios, algunos de los agresores amenazaron con incendiar casas en la comunidad o atentar contra los habitantes.