A pesar de que el Gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén se ha desmarcado de la negociación que se realizó en 2012 con las pandillas para reducir la cifra de homicidios, el último despunte de asesinatos es, para los secretarios de los partidos políticos, un intento de estos grupos de recuperar o lograr más beneficios con las actuales autoridades.
Por ello advierten que la falta de una política de seguridad integral “genera incertidumbre” y no permite un combate frontal a la criminalidad que ejercen estas agrupaciones, a pesar de que se ha formado el Consejo de Seguridad.
Incluso Rodolfo Parker, secretario general del PDC, consideró que la actual situación, en un contexto electoral, puede servir como un instrumento de presión de las maras para lograr participar en el próximo evento electoral.
“Estos son mensajes de que los pandilleros buscan votar. Si vuelve a haber una tregua, el saldo que nos dejará será peor”, dijo Parker.
Por otra parte, el presidente del Coena, Jorge Velado, calificó de “crisis de seguridad” la situación actual y criticó la incapacidad de las autoridades, a pesar de que han establecido el Consejo.
“No hemos visto líneas claras en materia de reducción de la violencia y de los homicidios. Si la tregua es un aspecto privado, entonces no se debe de atacar a la población o a los policías. Pedimos al Gobierno que no negocie con maras”, señaló Velado.
Manuel Rodríguez, secretario general del PCN, indicó que su partido apoyará todas las medidas que surjan del Consejo y que, de momento, el caso de una segunda tregua entre pandillas no se ha discutido o mencionado.
Se buscó la posición de Guillermo Gallegos, de GANA, y de Antonio Echeverría y Santiago Flores, ambos del FMLN, pero no contestaron las llamadas realizadas. Advierten que la falta de una política de seguridad integral