“No hemos logrado construir esa paz”

El firmante de la paz dice que las instituciones del Estado que nacieron tras el Acuerdo de 1992 se han politizado y olvidado su verdadero objetivo

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No hemos logrado construir esa paz

Por Edmee Velásquez politica@eldiariodehoy.com

2015-01-16 9:00:00

El general retirado Mauricio Vargas fue uno de los miembros del Gobierno que negoció y firmó el Acuerdo que dio fin a 12 años de guerra interna.

Tras 23 años de este acontecimiento, asegura que las instituciones que nacieron tras este consenso están politizadas y que esto en nada contribuye al desarrollo del país.

¿Cómo ve que ha avanzado el país a 23 años de la firma de los Acuerdos de Paz?

Los Acuerdos de Paz cumplieron su cometido en la consecución de la parte elemental, paz elemental como acuerdo del conflicto. La construcción de la paz superior en los campos económicos, políticos y sociales en amplias libertades y el respeto de las leyes, es una deuda que no tiene los Acuerdos de Paz, pero que sí tiene la sociedad que no ha sabido transitar y dónde estábamos y hacia dónde íbamos. 23 años son demasiado tiempo para lo poco que se ha podido hacer y aquí es un reclamo a la sociedad en su conjunto y un llamamiento a la sociedad política para que se generen políticas de Estado y acuerdos de nación de acuerdo con la necesidad y a la coyuntura actual.

¿Qué parte de lo que se estableció en el Acuerdo considera que aún no se ha cumplido?

Si vemos los acuerdos, son líneas generales, son ejes, no son acciones concretas. Las acciones concretas las desarrollaron al interior del país la institucionalidad: la Asamblea Legislativa, la Corte Suprema de Justicia, la reforma constitucional que hicieron en la Asamblea y qué tan cortas o qué tan largas fueron esas transformaciones son aspectos propios de la dinámica de la sociedad y del esquema representativo del Estado. Creo que la deuda mayor está en la construcción de la paz superior como crecimiento de todos los salvadoreños en los campos económico, político y social, de amplias libertades y con respeto de las leyes. No hemos logrado construir esa paz y adicionalmente no hemos logrado en la institucionalidad es la que mayor deuda tiene en ese lado, las instituciones han avanzado muy poco, han desarrollado esquemas demasiado restringidos para los 23 años que vamos a cumplir, ya deberíamos estar en un avance del 90 %. (La institucionalidad) es débil, sigue con los egoísmos personales y con los celos institucionales para poder hacer la evolución que corresponde.

Si se hicieran nuevas evaluaciones a las instituciones que nacieron con la firma de los Acuerdos de Paz, ¿cuál sería en particular la que haría, por ejemplo, a la Policía?

La PNC primero nace con errores de origen que nunca se pudieron corregir, en 23 años hubiesen podido solventarse. Errores de nacimiento errores de origen que definitivamente era lo más que podía hacerse en ese momento, pero que se esperaba que con el caminar y la evolución lo pudiéramos desarrollar. Uno, el funcionamiento en la PNC es un poco oscuro, eso repercute en el nivel operativo, solo trabajan ocho horas, necesitaríamos tres PNC para estar a la altura, se mantiene la preparación del policía está siendo como de un ciudadano normal, cuando no es un ciudadano normal y por tanto no responde a las exigencias actuales.

La supresión de la seguridad pública que se dio de tajo y que dejó vacíos territoriales que no se han podido llenar, hasta este momento, y es lo que más inestabilidad tiene y acarrea a la población en un momento dado.

Las leyes garantistas que en ningún momento se han podido corregir, en cambio se han profundizado en un momento determinado. La actuación de la PNC desde el punto de vista que sus capturas solo pueden hacerse en flagrancia o con orden de juez cuando obviamente la situación requiere poco más de ellos dentro del marco de la ley, no se trata de enfrentar violencia con violencia, no se trata de linchar a los delincuentes, no se trata de llenar las cárceles, sino de que tengamos un funcionamiento que vaya en armonía de todos los elementos, adicionalmente la falta de conocimiento en la seguridad en su conjunto es un problema grave que tiene la sociedad y por ello hay mucha medicina casera que definitivamente no responde a la enfermedad terminal que tenemos.

La autoridad de seguridad pública, no puede ser y no debe de ser un cuadro partidario porque en vez de ser funcionario público se convierte en comisario político del Gobierno. La PNC no puede estar ni ideologizada y mucho menos politizada, que son rasgos demasiado grandes que tiene el momento actual. Estos elementos deben de ser corregidos en función de políticas públicas de Estado y de acuerdos de nación que permitan enfrentar el problema con transparencia y con eficiencia.

¿Ve voluntad política en estos momentos como para que se desarrollen estas medidas y despolitizar la PNC?

Hasta este momento no lo veo así. Creo que debemos de recordar el 16 de enero de 1992 y poder colocar esa voluntad que hubo en ese momento para poder avanzar hacia la paz elemental como ausencia del conflicto, para que en este momento podamos hacer un esfuerzo lo suficientemente grande para que avancemos a la construcción de la paz superior, para que la población sienta la autoestima por la paz de nuestro país.

Somos un ejemplo, somos la joya de la corona de Naciones Unidas, somos un ejemplo para Colombia, fuimos un ejemplo para Guatemala, para El Congo, para el Triángulo de Cachemira para las negociaciones de ellos donde nuestro proceso fue evaluado de una manera con autoestima, pero que en El Salvador, en el interior, no tenemos ese orgullo del trabajo realizado.

Si se tratara de hacer nuevas evaluaciones, ¿el Tribunal Supremo Electoral también entraría en este marco de politización de instituciones, tomando en cuenta que en los últimos meses hubo una reforma para que dejara de ser así?

Es que definitivamente por eso dije que la institucionalidad, hablo de la PDDH, para que no estén activistas al frente sino funcionarios de derechos humanos, que conculquen y promuevan la defensa de los derechos humanos, no que con activismos ni con la industria del activismo promuevan tomándose una organización.

Lo mismo con el TSE, los ejemplos que tuvimos en las últimas elecciones presidenciales dejaron mucho que desear de la capacidad jurisdiccional del TSE, hay que separar las funciones administrativas de las jurisdiccionales, esos esquemas de cuotas en el interior de las instituciones ya no pueden seguir por el bien de nuestro país.

Otra institución que nació también con esto de la firma de los acuerdos fue la Procuraduría de Derechos Humanos, ¿cómo evaluaría el desempeño de esta institución?

La PDDH, tiene que haber procuradores de derechos humanos y no activistas de derechos, y activistas que tengan una visión ideológica, lo cual es dañino para la institucionalidad y para la conculcación de los derechos de todos los salvadoreños.