Los cabecillas que siguen en penales con reos comunes

Mientras la Dirección de Penales afirma que ha enviado a los cabecillas al penal "Zacatraz", la FGR lo cuestiona

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Los cabecillas que siguen en penales con reos comunes

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2015-01-22 7:00:00

El 8 de marzo de 2012, al menos 12 de los principales cabecillas de las pandillas fueron trasladados del penal de máxima seguridad en Zacatecoluca, La Paz, para ser reubicados en penales con menos medidas de seguridad y combinados con reos comunes.

Esa prisión es conocida como “Zacatraz”, en alusión al clausurado penal estadounidense Alcatraz, que recluía a los criminales más peligrosos.

Las versiones encontradas entre el director de Centros Penales, Rodil Hernández y el fiscal general, Luis Martínez, han dejado al descubierto que desde ese día, a la fecha, esos cabecillas de las maras 18 y MS continúan en esos presidios y nunca han regresado a “Zacatraz”, como el Gobierno ha querido hacer ver.

Los cabecillas son mantenidos recluidos en los penales de Ciudad Barrios, en San Miguel, y en Cojutepeque, Cuscatlán.

Durante el traslado de los presos peligrosos, la justificación de las autoridades de ese entonces fue que “habían detectado un plan de fuga” y que se realizaría el día 11 de marzo, cuando se celebraran las elecciones.

Esa versión fue dada por el entonces director de Penales, Nelson Rauda, lo cual, al final, obedeció a la conocida tregua pactada entre las pandillas y “apoyada” por el gobierno de Mauricio Funes.

Entre los presos “trasladados por querer fugarse”, de la pandilla MS, estaban José Ángel Turcios, apodado el “13”, quien purga una abultada condena por cometer secuestros y asesinatos.

Las autoridades estadounidenses lo vinculaban a crímenes cometidos por el 13 en esa nación. Esos delitos habrían sido ordenados por dicho cabecilla desde la prisión a compinches en Estados Unidos.

Otro reo peligroso es Arístides Dionisio Umanzor, apodado “El Sirra”. El preso cumple severas penas de cárcel por secuestro y homicidio.

Beneficiados

Umanzor, anteriormente, había experimentado que las autoridades lo sacaran de su reclusión de “Zacatraz” y lo enviaran a un penal de presos comunes, pero el rechazo y la denuncia de la empresa privada hicieron que dicho reo fuera llevado nuevamente a la prisión de máxima seguridad.

En la lista de los trasladados también figura Borromeo Enrique Solórzano, apodado el “Diablito de Hollywood”.

Igualmente fueron llevados a penales comunes Élmer Canales Rivera, apodado “Croock o Ladrón”.

Las autoridades lo condenaron por delitos graves y por regentear a las pandillas que delinquen en las cercanías de los mercados Central y Sagrado Corazón, en San Salvador.

Lo vinculaban directamente en los ataques perpetrados con granadas en esas zonas, en donde resultaron muertas y heridas varias personas en el pleno Centro.

Los ataques eran por el control del narcotráfico, venta de armas y extorsión.

Entre los trasladados también estuvo Ricardo Adalberto Díaz, apodado la “Rata de Leward”.

Las “reubicaciones” de presos también beneficiaron a los de la pandilla 18.

Sus cabecillas apodados como “El Viejo Lin”, “El Chori”, “El Cuyo de Quezaltepeque” y “El Duck”, fueron llevados al penal de Cojutepeque.

La idea de las autoridades era no mezclar a los pandilleros rivales para evitar disturbios y matanzas.

Tras bambalinas se manejaba la versión que las autoridades habían hecho los traslados como “un pacto” para que los cabecillas de las pandillas ordenaran que los homicidios bajaran en cantidad diaria.

El penal de Zacatecoluca está construido de hormigón, no permite contacto de los reos con las visitas, prohíbe la visita conyugal y los reos deben andar uniformados.

En los demás penales, los reos tienen más privilegios, como televisores plasma, visitas conyugales, permisos para contraer matrimonio y acceso ilegal de celulares y tablets.