Vale la pena plantar en la zona costera. Cultivos altamente rentables como papayo, maracuyá, morro, limón pérsico, achiote, marañón, caoba, cedro, volador, brazil o las espectaculares veraneras, ixoras, dracaenas, grama, Arachi, son algunos adecuados.
Estamos en la frontera promisoria para realizar inversiones en función de las bondades de nuestra flora tropical y la bendición de la costa que permite apreciar la salida y puesta del sol, además del clima estable que facilita el desarrollo de plantíos.
Fácilmente se pueden establecer sembradíos forestales y ornamentales ordenadamente distribuidos, generadores de ecosistemas únicos, creando ambientes propicios para el desarrollo de abundante fauna, en especial de aves locales y migratorias.
Esto convierte la costa en un atractivo turístico, especialmente para visitantes extranjeros así como para el turismo local, sobre todo en el futuro cercano con la ejecución del Fomilenio II, que generará fuerte desarrollo de la región.
Por ello es conveniente cultivar especies apropiadas para esa zona y pensar en el procesamiento de la infinidad de sucedáneos que se pueden obtener de la variada flora por plantar.
Se debe recordar que la mayor biodiversidad del planeta se encuentra en las regiones tropicales y si alguien no busca un sistema de generar ingresos en función del turismo o de productos agroindustriales, entonces puede hacerlo para embellecer cualquier propiedad.
Este es el momento de establecer lo que se quiere plantar, para efectuar las mediciones, hoyos de siembra y limpiar terrenos, para que así estén listos a la siembra, al empezar las lluvias de este año.
Pero antes de comenzar a preparar el terreno, identifique las especies que desea plantar, para conocer las necesidades de atención que tengan, la distancia de siembra y el mantenimiento que requieren para brindar cosechas, ornato o madera de manera oportuna y eficiente.
Hay muchas especies que se adaptan perfectamente al clima y condiciones de suelo en la costa, entre ellos cacao, cocotero, morro, marañón, plátano, limón pérsico, mango, arrayán o achiote.
Otras especies son marañon japonés, cerezo, teca, volador, nim, jacaranda, teberinto, chaquiro, magnolio, árbol de fuego, llama del bosque, brasil, caoba, palmeras, cedro, quebracho, leucaena, ixora, croto, grama, ficus, veranera, dracaenas, sheflera, Júpiter.
Si paraíso es tener todo a la mano de forma agradable y con mucha belleza, entonces nuestras costas pueden serlo.
Imagine el valor agregado de generar empleo al impulsar cultivares de cacao, cocotero, guayaba, morro y convertirse en un procesador de chocolates, la diversidad de subproductos del coco, las mermeladas de guayaba y las delicias de las horchatas de morro.
En fin, el universo creativo nos está esperando, el lugar es la costa y el arte culinario en los restaurantes requiere de muchos de los productos que en esta región se pueden cultivar. Pero además de obtener ingresos en pocos años y generar fuentes de trabajo, tendrá la satisfacción de mejorar las condiciones del clima, proteger mantos acuíferos y favorecer la creación de hábitat que diferentes especies de animales silvestres necesitan para sobrevivir.
El Vivero San Andrés le brinda asesoría gratuita para establecer de manera adecuada vergeles de zona costera.
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