La comunidad Thomás Rodríguez, ubicada a unos 500 metros del casco urbano de Nuevo Cuscatlán, reúne a 31 familias que no solo se quejan de la falta de agua potable permanente y de la conexión de energía eléctrica, sino que han sufrido presiones y acoso de parte de la comuna, según han denunciado sus habitantes.
De acuerdo con los pobladores, la comuna les ha pedido que cambien el nombre a la comunidad para recibir los servicios básicos. Asimismo, no reciben respuesta cuando piden ayuda a la comuna para reparar un muro de contención que amenaza con deslaves en una zona de la comunidad en mención.
Además de no proporcionarle ayuda, los miembros de la comunidad han denunciado que han llegado camiones de volteo de la alcaldía a tirar ripio y desechos de varias construcciones que se realizan en dicho municipio.
“Todo ese ripio lo vino a tirar aquí donde hay tres lotes de personas que no pueden construir por esa razón”, explica la síndico de la Adesco, Sandra Argueta.
La instalación de la energía eléctrica tampoco es algo que preocupe a la municipalidad, de acuerdo con Argueta, quien recuerda que en varias ocasiones han pedido ayuda a la comuna para que les sea instalado el servicio, pero no han obtenido respuesta.
“Tenemos una carta de (la compañía) Del Sur, contestando una carta donde les pedimos que nos instalen luz eléctrica, y nos dijeron que no nos pueden conectar la luz porque tenía que ser la alcaldía la que hiciera esos trámites. La alcaldía siempre es un rotundo no, porque (argumentan que) estábamos en un lugar privado y que no pueden entrar”, dijo Argueta.
La habitante de la comunidad también sostuvo que pidió al síndico de la comuna, David Meléndez, que les proveyeran del servicio básico, pero dijo que su petición no tuvo eco en el funcionario.
El 8 de noviembre tuvimos una reunión con la Policía y le pregunté a David, que es el síndico, por qué no nos ayudaban, ya que Del Sur nos dijo que tenía que ser la alcaldía la que tiene que poner la luz eléctrica, y él me dijo que no podía porque si no él iba a ir preso. Le pregunté por qué, si su deber es ayudar a la comunidad”, explicó Argueta.
Asimismo, sostuvo que la comuna se ha negado a la juramentar la Adesco, quien tiene su documentación al día y ya ha sido inscrita en el Diario Oficial.
“(Bukele) no la ha venido a juramentar porque dice que no somos legales, teniendo la documentación en regla”, señaló la dirigente de la Adesco.
Viviendas en riesgo
Argueta sostiene que su mayor preocupación es en la época de invierno, pues con la lluvias hay viviendas de la comunidad que se inundan y las familias no pueden dormir tranquilas.
Además, según pudo constatar El Diario de Hoy, las viviendas están asentadas sobre bloques de tierra rodeadas de bambú, que al romperse podrían hacer que las paredes de lámina y madera colapsen por la cantidad de agua saturada durante el invierno.