El 15 de enero se cometió el doble de asesinatos de los perpetrados el mismo día, pero de 2014, que hubo once.
Entre los hechos de violencia destaca la masacre de cinco personas en los linderos entre Ciudad Delgado y Soyapango, en Plan del Pino.
Cuatro de ellos, familiares entre sí , que se dedicaban a trabajar y eran músicos de una iglesia católica.
También asesinaron a un cobrador de buses, a un repartidor de agua embotellada y a un agente de la Policía Nacional Civil, este último en el caserío Ceiba del Charco, en Izalco.
Con el homicidio del policía ya suman siete los agentes ultimados en lo que va de 2015, la mayoría cuando estaban de licencia. El año pasado la cifra alcanzó los 39.
El informe de las autoridades indica además que entre el uno y el 15 de enero se habían registrado 219 asesinatos, 79 más que el año pasado, en el mismo periodo, donde se cometieron 140.
Paradójicamente también ayer, el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana propuso al gobierno las nuevas estrategias para combatir la criminalidad que tanto agobia a los salvadoreños.
Son 125 medidas distribuidas en cinco ejes de trabajo que ha recomendado el Consejo de Seguridad al presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén.
Entre los ejes están la prevención de la violencia, la persecución penal, atención y protección a víctimas, entre otros, pero no se incluye la represión del delito en los barrios y colonias atestados de pandilleros, a quienes se atribuye los altos índices de criminalidad.
Las cifras promedian 15 asesinatos por día y el mismo Ministro de Seguridad, Benito Lara, lo reconoció ayer durante la celebración de los 23 años de la Firma de los Acuerdos de Paz.
De hecho, en ese acto solemne donde participó el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, manifestó su preocupación por los niveles de inseguridad que vive El Salvador y el resto de la región.