SAN MIGUEL. Desde las 5 de la mañana de ayer, agentes de la Unidad del Mantenimiento del Orden (UMO) y del Grupo de Reacción Policial (GRP), llegaron al centro penal de San Miguel para realizar una requisa y hacer efectivo el traslado de unos 60 pandilleros hacia el penal de Izalco, en Sonsonate.
La acción, que se prolongó todo el día, dejó como resultado el decomiso de 58 teléfonos celulares, siete chips, 32 cargadores, 28 manos libres, 52 porciones pequeñas de marihuana, 29 corvos hechizos, 37 cuchillos hechizos, dos limas y cuatro pedazos de cierra, según las autoridades.
Todo fue encontrado en el área de hombres del recinto penitenciario, donde se encuentran numerosos miembros de pandillas.
La Fiscalía General de la República (FGR) también reportó el decomiso de 2 mil 93 dólares en efectivo que tenían los reos en sus celdas y de los cuáles, se sospecha, provenían de extorsiones.
Sobre el traslado, las autoridades informaron que muchos tenían relación con extorsiones y que una buena parte de los integrantes de esa pandilla, el año pasado fueron procesados por varios casos de chantaje a nivel internacional.
De esas extorsiones habrían recibido un promedio de 10 mil dólares, delito por el que fueron condenados.
Rosa Márquez, jefe de la unidad anti extorsiones de la FGR en San Miguel, explicó recientemente que la pandilla “Mirada Loca” tomó fuerza en sus operaciones cuando sus miembros fueron enviados desde la cárcel de Mariona hasta San Miguel.
Desde el reclusorio oriental ordenaban los chantajes a los miembros de la pandilla que estaban en libertad.
“La mayoría de los líderes que estaban en el penal de San Miguel fueron enviados al penal de Zacatecoluca y eso redujo las llamadas extorsivas de manera sustancial”, explicó la fiscal en ese momento.
Las nuevas acciones señalaron que iban encaminadas a evitar la realización de más delitos desde esa penitenciaría, que no es de máxima seguridad.
Precisamente, esa falta de seguridad a la que se refirió la fiscal se constata, según vecinos de la zona, a diario.
Dicen que han observado como desde la Octava y Décima Calle Poniente, así como de la Novena y Séptima Avenida Norte, que rodean la prisión, hay sujetos que lanzan paquetes al interior.
Un hombre identificado como Mario, comentó que la semana anterior observó cuando dos hombres a bordo de una motocicleta lanzaban una bolsa negra al reclusorio.
“Fue sobre la Décima Calle, en horas de la mañana, con la presencia de soldados en los contornos y aún así se atrevieron”, dijo el señor con un tono de preocupación.
Las autoridades policiales aseguraron que los problemas en el penal, al menos en el caso de las extorsiones y lanzamiento de paquetes al interior, iniciaron cuando la Dirección de Centros Penales decidió enviar a ese recinto a algunos miembros de la pandillas.
“Antes este penal era de los más tranquilos, hoy hasta muertos hemos tenido”, dijo un hombre que labora como custodio.
Se refería al asesinato de Gustavo Adolfo Pineda, alias El Directo, quien fue ultimado de múltiples lesiones con armas cortopunzates al interior de la cárcel.
Los vecinos pidieron a las autoridades más vigilancia, dado que en los alrededores del reclusorio migueleño constantemente se ven personas sospechosas.