Plantar árboles forrajeros reduce problemas para nutrir al ganado

En cada estación seca, los problemas son grandes y baja la producción

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 Se calcula que en Guatemala un 63 % del empleo rural está vinculado al sector agropecuario 

Por Mariano Villatoro comunidades@eldiariodehoy.com

2015-01-05 7:00:00

Los avances en genética han hecho posible contar con diversas razas apropiadas de ganado para cada rubro que se desee explotar en determinada región geográfica. Los avances tecnológicos facilitan el procesamiento de los diversos productos. Pero si el ganado no cuenta con alimentación adecuada, ningún proyecto será eficiente.

Son muchos los criadores que padecen dificultades y realizan gastos enormes para dar de comer al ganado en la estación seca.

Esto, pese a que su problema se reduciría en gran medida si plantaran árboles forrajeros de forma adecuada.

Hay especies de árboles que brindan más del 22 % de proteína en crudo, tal como la butea, la leucaena, el pito y el madrecacao.

La forma más fácil de manejar cultivares de plantas forrajeras es sembrando en el potrero, en surcos, a una distancia de dos metros entre plantas y tres metros entre surco, o a la densidad conveniente según la forma de aprovecharla, cortando los brotones o dejando que el ganado ramonee en el potrero.

Lo ideal es sembrar intercalados en proporciones iguales de leucaena, butea y madrecacao al 33 % de cada uno y el costo en alimentos fácilmente se reducirá en un significativo porcentaje y, además, estará evitando que el terreno se erosione. También se logra que el agua lluvia se infiltre al subsuelo.

Una altura recomendable de cada tronco es de 50 a 60 centímetros, tanto por efectos prácticos para que el ganado ramonee los rebrotes, como para aprovechar ascenso del agua en los tejidos del árbol.

Otra especie recomendada es el carreto, especialmente en terrenos arcillosos, por su fijación de nitrógeno y agradable sombra que proporciona para que el ganado remastique.

También el fruto del morro es una alternativa apropiada para los peores terrenos.

Cada una de estas especies se desarrolla excelentemente, entonces, sembrar árboles forrajeros es la solución para disminuir costos en la ganadería y usar la creatividad volviendo eficientes econométricamente y biométricamente la ganadería en El Salvador.

Será una forma de prevenir las consecuencias del cambio climático que ya se padecen en el oriente del país y la parte sur oriental de Honduras, en las que por la sequía extrema no funcionaron los cultivares de maíz.

Las especies mencionadas y otras, por el contrario, resisten condiciones adversas.