La miel de abeja es considerado como el “Alimento perfecto”, gracias a su delicioso sabor y a sus propiedades: Nutricionales, antisépticas, fortificantes, calmantes, laxantes, diuréticas, cicatrizantes, bactericida y medicinales en su total amplitud.
Pero para que las abejas puedan producirla, es indispensable que haya flores en abundancia.
El manejo de colmenas productoras de miel, es importante la existencia de las plantas melíferas.
Así, de las abejas y la floración depende que exista miel, saborizantes, sustancias medicinales que son bastión fundamental de la agroindustrias alimenticia, cosmética y medicinal.
Según el tipo de néctares que recolectan las abejas, así será la calidad de la miel que se produce, diferenciándose por el color, sabor, textura y propiedades específicas de cada miel, en función de la región que alberga la colmena. Por lo tanto es fácil obtener la miel que deseamos o nos pide el mercado, partiendo de la vegetación de la cuenca donde colocamos las colmenas; para lo cual debemos sembrar las especies forestales que proveen los ingredientes especiales al néctar que recolectan las abejas y además estaremos enriqueciendo ecológicamente la cuenca, evitando la erosión, permitiendo la infiltración del agua al subsuelo y dinamizando las termales de las máximas unidades de biodiversidades en el trópico.
Entre las principales especies disponibles en nuestra flora tropical y que en conjunto se distribuya su floración durante todo el año tenemos el aceituno que además de ser melífero, es de follaje atractivo, produce la aceituna para la agroindustria y buena madera liviana; el almendro de río, el cual da flores y fruto, marcando así las cuatro estaciones y florece de diciembre a marzo.
El bálsamo, además de abundantes flores produce excelente madera y látex medicinal, convirtiéndose en una especie emblemática para los salvadoreños; el bario, generador de madera de atractivos colores y látex cicatrizante; el brazil o palo colorado, el carao, carreto, cerezo, chaquiro, cortez negro, cujin, eucalipto, flor amarilla, guachipilín, jacaranda, laurel, leucaena, madrecacao, magnolio, pacún.
Otras especies adecuadas son el papaturro, pepeto, plumería, quebracho, San Andrés, moringa, volador, achiote, arrayán, cacao, guayaba, mamoncillo, mango, marañón, nance, cítricos, níspero, paterna, tamarindo, ixora, azulina, brunfelsia, claveles, gardenia, zafiro, rosa del desierto, vara de San José, mirto, júpiter; entre otras bondadosas especies adecuadas para reforestar diferentes regiones del país y brindar a las abejas el néctar necesario.