Una treintena de policías acompañó ayer a los dolientes del agente René Alonso Barrientos Mezquita, de 23 años, quien fue asesinado el jueves pasado en el cantón La Ceiba del Charco, en Izalco, Sonsonate.
La víctima fue sepultada en el cementerio de ese municipio. En la actividad fúnebre estuvieron presentes el director general de la Policía, Mauricio Ramírez Landaverde, y el subdirector, Howard Cotto.
Este último reiteró su condena a los ataques que las pandillas están cometiendo contra los miembros de la corporación.
Barrientos Mezquita es el séptimo policía asesinado por grupos criminales en lo que va del año. Además, 2014 cerró con 39 policías asesinados, según los registros de las autoridades.
El homicidio del joven, quien estaba destacado en la División de Tránsito Terrestre, fue cometido el jueves, cerca de su vivienda, mientras estaba de licencia.
Algunos compañeros suyos se mostraron indignados porque consideran que quienes están a la cabeza del gabinete de seguridad están actuando con desidia al no tomar medidas de emergencia pese al asedio de los delincuentes.
Fuentes policiales han asegurado que las maras están recrudeciendo los atentados contra los agentes para presionar para que los cabecillas de estos grupos no sean llevados al penal de máxima seguridad, en Zacatecoluca.
El ministro de Seguridad, Benito Lara, aseguró ayer que dichos movimientos ya empezaron a realizarse.