“Hemos tenido terroristas solitarios durante 30 años y ahora pretendemos que es algo nuevo”

Según Giuliani, tras la muerte de Bin Laden, los terroristas han optado por operar en células o "lobos solitarios", que si bien no pueden hacer grandes atentados, sí causan daño

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Hemos tenido terroristas solitarios durante 30 años y ahora pretendemos que es algo nuevo

Por Gerardo Torres Twitter: @gerardotots especial desde Nueva York

2015-01-19 8:00:00

La entrevista con Rudy Giuliani, en su oficina en Nueva York, no habría estado completa si al final no le hubiéramos preguntado sobre la nueva oleada de terrorismo islámico radical que está azotando al mundo.

El ataque terrorista a la redacción del semanario satírico francés Charlie Hebdo ha vuelto a suscitar el debate acerca de cómo controlar a estos nuevos grupos terroristas y sobre si es posible la integración de la sociedad occidental con el mundo islámico.

Tras la muerte de Osama Bin Laden y los duros golpes que sufrió Al Qaeda, se pensó que el terrorismo radical islámico había quedado bastante disminuido, pero lo cierto es que se ha vuelto a fortalecer; los grupos terroristas se han adaptado a los tiempos modernos y han aprendido a lograr huir de los controles de los servicios de inteligencia y policiales de Estados Unidos y Europa, al volverles más difícil su detección. Sin lugar a duda, la lucha contra el terrorismo extremista, especialmente el combate contra agrupaciones del tipo del Estado Islámico, será el gran reto de los próximos años.

Rudolph Giuliani, el hombre que dirigió el rumbo de la Ciudad de los rascacielos durante el tiempo de los mayores atentados terroristas en la historia de los Estados Unidos: los ataques a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, cree que está sucediendo una transformación muy importante en la naturaleza del terrorismo islámico extremista, y le frustra que muchos en las sociedades occidentales piensen que es algo nuevo.

Lo cierto es que Osama Bin Laden escribió acerca de esto en 1998 con la intención de convencer a las personas para que por su cuenta se unieran a los distintos movimientos terroristas con el propósito de que actuaran por sí solos, ya que de esta forma son más difíciles de detectar y, por lo tanto, de capturar. Los “lobos solitarios” y los grupos terroristas pequeños, de naturaleza muy distinta a Al Qaeda, no son algo nuevo. Sólo están siguiendo el guión.

El exalcalde de Nueva York, quien fue nombrado Personaje del Año 2001 por la revista Time, por el liderazgo que mostró tras los atentados a las Torres Gemelas, considera que Europa y Estados Unidos deberían haber estado preparados para afrontar estos nuevos retos, pero mejor tarde que nunca, y es hasta ahora que Occidente ha empezado a reaccionar.

Giuliani comenta que la diferencia entre ahora y principios de siglo (2001), es que antes había muchos grupos pequeños, pero solo uno grande (Al Qaeda, con un comando central), y ahora hay muchas ramificaciones, grupos más pequeños, que si bien no pueden hacer atentados terroristas del mismo impacto como los hacía Al Qaeda, sí que pueden hacer mucho daño. Los atentados en París y en Boston demuestran lo peligrosas que son estas nuevas agrupaciones islámicas radicales, las cuales son más difíciles de detectar para los servicios de inteligencia y policiales, ya que en lugar de enfocarse en objetivos grandes se enfocan en 30 más pequeños.

El reto de combatir a estos grupos terroristas es muy grande, pero Giuliani se muestra muy optimista de que Occidente podrá superarlo si los países democráticos se unen y cooperan entre ellos en la lucha contra el extremismo islámico.

El asesor de seguridad, cuyo equipo se encuentra en El Salvador, explica que en Latinoamérica no existe este problema —”recen para que no les llegue”, advirtió—, ya que en la actualidad se encuentra concentrado en Estados Unidos, Europa, Australia y Rusia, e insiste en que, aunque parezca raro, Rusia es uno de los países más amenazados por los extremistas islámicos y Putin considera esta amenaza una de sus principales prioridades en el tema de la seguridad nacional, ya que estos grupos se oponen al Gobierno ruso de la misma forma en que el Estado Islámico amenaza a algunos gobiernos en el Medio Oriente.

Giuliani ve una gran oportunidad en esta amenaza para que Estados Unidos y Rusia trabajen juntos por un objetivo común y mejoren sus relaciones diplomáticas, ya que como lo dice el refrán popular: “El enemigo de mi enemigo es mi amigo”.

La cooperación internacional será clave para detectar a estos grupos, los cuales, por no estar tan organizados en los distintos países como un grupo grande, se vuelve más difícil interceptar sus comunicaciones, porque, de acuerdo con Giuliani, por pasar una organización grande en el “teléfono todo el tiempo” es más fácil de detectar.

Por el contrario, las nuevas agrupaciones son de más o menos 3 ó 4 personas, lo cual les facilita operar desde cualquier parte del mundo. Por lo tanto, es clave entrenar a los distintos cuerpos de policía en el mundo para que puedan capturar a estos terroristas.

El Departamento de Policía de Nueva York lo ha hecho y estos agentes podrían ir por el mundo enseñándole a sus colegas cómo detectar a estos criminales. Chicago y Los Ángeles también han entrenado bien a sus policías, pero Giuliani recuerda que esto es algo que no todo el mundo ha venido haciendo.

El Personaje del Año 2001 para la revista Time también alaba el trabajo de las autoridades de Francia e Inglaterra, e insiste en que en esta época la policía será más necesaria que nunca, incluso más que el FBI y la CIA. La policía es la que tiene la importante misión de hallar a estas personas y detenerlas, y Giuliani recuerda que uno de los terroristas en Francia ya estaba siendo seguido por la policía francesa, pero se vieron obligados a parar, porque se quedaron sin recursos monetarios, lo cual implica que si hubieran tenido más dinero, lo hubieran capturado.

Esto debe lanzar un poderoso mensaje al mundo: no se puede dejar de seguir a un terrorista por falta de recursos. El presupuesto para la policía y los servicios de inteligencia deberá aumentarse, y proveer una mayor capacitación, por ejemplo, en el rastreo de las plataformas digitales.

Para tener éxito hay que proveer lo necesario para que los servicios de inteligencia de cada país, en estrecha cooperación internacional, tenga el apoyo financiero necesario para desarticular las células terroristas fundamentalistas.