LA UNIÓN. Un promedio de 200 familias de las comunidades Candelaría de La Rompisión y Barrancones, del cantón Piedras Blancas, Pasaquina, temen quedar sin la posibilidad de obtener agua dulce del río Goascorán.
Eso porque el caudal del afluente disminuye en verano y con las mareas altas que se registran en la zona, el agua de mar ingresa al cauce de este y el agua se torna salada.
Sumado a esa situación, los pobladores aseguran que a corto o mediano plazo el río puede secarse en ciertas zonas. La razón de ello, según los afectados, es que hay varios ganaderos que han conectado su sistema de riego para terrenos al afluente, desde donde sacan el recurso las 24 horas del día.
Sostienen que los propietarios de las ganaderías están sacando agua con bombas achicadoras conectadas a grandes tubos, para regar terrenos en los que hay pasto del ganado.
Un equipo de El Diario de Hoy visitó el lugar en la presente semana y constató que el río tiene poca agua y que se llena solo cuando la el mar aumenta su nivel y anega el cauce con agua salada.
Eso provoca que la poca cantidad de agua dulce, se torne salada y no les sirve ni para darle agua a sus animales.
Según los afectados, cuando el río tiene buena cantidad de agua, aunque la marea llene, no logra filtrarse mucho y el mayor porcentaje de agua es dulce, en cambio, cuando se esta secando, el agua se torna salada y no se puede usar ni para dar al ganado.
“Cuando le sacan bastante agua al río, entra el agua del mar y todo queda salado y así no podemos ni bañarnos, de lo contrario cuando hay suficiente agua dulce es difícil que quede salada, aunque la marea llene”, dice Guadalupe Cruz, vecino de la zona.
Los vecinos dicen que el uso del sistema de riego con agua del río, lo hacen en la parte baja de Candelaria de La Rompisión, pero que afecta a las 200 familias que se abastecen de agua en el Goascorán y que viven en las referidas comunidades. Selvin Álvarez, es otro de los afectados y asegura que “conectan una bomba con unos tubos grandes para sacarle agua al río y regar el pasto, con eso nos están dejando secos y afectando a todos porque aquí el agua de las canteras la tenemos racionadas y carecemos del servicio”. Luis Lazo, otro habitante de Barrancones, asegura que “unos se ponen a regar cultivos y otros los potreros”.