El único pecado de los cinco agricultores masacrados la tarde del jueves pasado en las afueras de San Lorenzo, Ahuachapán, fue haber vivido en una zona asediada por pandilleros de la mara Salvatrucha (MS).
Las investigaciones preliminares de la Fiscalía apuntan a que la masacre podría haberse derivado en venganza de otros crímenes que se han registrado en las últimas dos semanas en las afueras de San Lorenzo.
El jefe de la Unidad Antipandillas de la Fiscalía Óscar Torres explicó que las primeras investigaciones no arrojan indicios de que alguno de los cinco masacrados tenía relación con pandillas, por lo que hace suponer que habrían sido confundidos con integrantes de esos grupos por el hecho de residir en un sector con presencia de la MS.
“Estamos investigando si las muertes de estas personas tienen relación con otros crímenes que se han cometido en la zona en las últimas semanas”, dijo Torres. Agregó que el 14 de diciembre pasado asesinaron a dos supuestos pandilleros de la 18 en la colonia Los Amates, cantón Buena Vista, que se encuentra próximo al cantón Las Pozas donde se registró la masacre el jueves pasado.
En esa oportunidad, las autoridades fiscales identificaron a las víctimas como Néstor Alexander Sermeño Calderón, de 21 años; y José Alfredo Solís Mirón, de 20.
Tres días después, supuestos pandilleros de la 18 asesinaron a un hombre en el cantón Las Pozas, aparentemente porque lo señalaban de ser integrante de la MS.
“Aunque ellos no sean pandilleros, ese es el riesgo de vivir en una zona asediada por alguna de las pandillas”, dijo Torres.
Agregó que “a ellos (los pandilleros) no les importa si están o no vinculados con la mara rival, ellos solo llegan a regresarles el vuelto (venganza) como le llaman ellos”, detalló Torres.
Incluso, el jefe fiscal dijo que también investigarán si los tres homicidios registrados ayer tarde en El Refugio se habrían derivado de la matanza que se produjo la tarde del miércoles pasado en las afueras de San Lorenzo.
La tarde del 25 de diciembre pasado, un grupo de hombres con apariencia de pandilleros acribillaron a balazos a cinco hombres que se bañaban junto a otros familiares en el río que divide los límites fronterizos El Salvador y Guatemala.
A raíz del ataque murieron Luis Ermilo Enrique Ruiz, de 47 años; y su hijo Ermilio Nehemías Enrique Jiménez, de 14; Rafael Armando Jiménez Amaya, de 17; y los hermanos Ever Oseas, de 19 ; y Oved Isaías Fajardo Lemus, de 22.