Cuatro niños se han quedado sin padre

Es el segundo militar asesinado en menos de tres días

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Dos hijos del cabo Rafael Miranda Andrés observan desde lejos la escena del crimen cometido contra su padre. Cuatro niños, todos menores de edad, quedan huérfanos. Foto EDH / Jorge Beltrán.

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2014-12-23 7:00:00

En vez de cena navideña, tendrán una velación; en lugar de alegría tendrán llanto. Eso es lo que vivirán hoy los cuatro hijos, todos menores de edad, del cabo Rafael Miranda Andrés, quien fue asesinado ayer en la mañana por presuntos pandilleros en la colonia Las Flores de Madrid, en Zacatecoluca, departamento de La Paz.

Miranda Andrés fue asesinado a menos de tres días de que otro cabo muriera acribillado en ese mismo municipio, por pandilleros de la mara 18 tendencia Revolucionarios que operan en gran parte del municipio de Zacatecoluca.

De acuerdo con las primeras investigaciones policiales y militares, Miranda Andrés salió minutos antes de las 6:00 de la mañana de ayer hacia su lugar de trabajo, el Destacamento Militar No. 9, con sede en Zacatecoluca.

Dejó a sus hijos dormidos, pero a pocos minutos, se escucharon varios disparos, por lo que uno de los niños corrió a la casa de su abuela materna a decirle que su padre recién había salido hacia el cuartel y que temía que algo malo le hubiese pasado.

Varios familiares se asomaron a la calle pero no vieron nada. Comenzaron a llamarle al celular pero el militar no respondió.

Minutos antes de las 9:00 comenzaron a buscarlo, pues en la calle había casquillos de arma de fuego y manchas de sangre.

No tardaron mucho en encontrarlo. Fue uno de los hijos quien avisó que su padre estaba muerto en una quebrada de aguas negras, distante unos 50 metros de donde estaban los casquillos de arma de fuego.

El cadáver presentaba varios impactos de bala en la parte de atrás, por lo que tanto familiares y autoridades sospechan que el militar corrió al ver a los pandilleros y estos le dispararon por atrás.

A tres años de jubilarse

De acuerdo con fuentes militares, Miranda Andrés era cabo pero desde hacía varios años no realizaba actividades operativas, sino que hacía trabajos administrativos, esto es, que no salía del cuartel.

La víctima ya tenía varios años de estar empleado en la Fuerza Armada de El Salvador. De hecho, varios parientes dijeron que solo tres años le hacían falta para jubilarse.

Muchos vecinos se lamentaban ayer por el asesinato de un hombre, de quien dijeron era muy respetuoso y servicial en la colonia Flores de Madrid, donde residía desde hacía casi 20 años.

Muchos vecinos de esa colonia sabían que Miranda Andrés era cabo y que trabajaba en el destacamento de esa localidad. También muchos sabían que él ya no andaba patrullando ni participando en operaciones militares.

Debido a sus labores como administrativo, el cabo llegaba casi todos los días a su vivienda. Todos los días tenía que caminar aproximadamente un kilómetro por una calle angosta y empedrada.

Vecinos de la colonia Flores de Madrid indicaron que esa comunidad es acechada por la pandilla 18 Revolucionarios, tanto es así que los dueños de algunas casas que están abandonadas decidieron desmantelarlas porque los mareros ya las estaban ocupando como guaridas o casas destroyer, como les llaman a los lugares donde realizan reuniones para planificar actividades delictivas.

Ayer cobraría el aguinaldo

Resultaba conmovedor ver a los cuatro hijos de Miranda Andrés cerca de la escena. Dos de ellos, ya en la adolescencia, se miraban pensativos mientras esperaban que el Instituto de Medicina Legal levantara el cuerpo de su padre.

El último de los hijos, un niño de menos de dos años, no comprendía aún lo que a su padre le había pasado.

Una niña, como de siete años de edad, comentó que su padre les había dicho que hoy los llevaría al centro de Zacatecoluca a comprarles la ropa que estrenarían.

Según la niña, su padre les comentó que la Fuerza Armada pagaría los aguinaldos hasta ayer y que por eso no les había comprado nada.

El segundo en menos de 72 horas

Miranda Andrés se convierte en el segundo militar que es asesinado por supuestos pandilleros en menos de 72 horas en el municipio de Zacatecoluca.

La noche del sábado anterior, también fue asesinado el cabo Miguel Ángel Sánchez, de 49 años de edad, quien estaba de alta en el Comando de Ingenieros de la Fuerza Armada (CIFA), con sede en San Juan Opico, departamento de La Libertad.

Sánchez fue asesinado cerca de su vivienda en la colonia Anabella, informó la Fiscalía General de La República en su cuenta de Twitter.

En ambos casos, las autoridades no han reportado capturas de sospechosos.

¿Venganza de pandilleros?

El sábado anterior, al mediodía, seis miembros de la pandilla 18 Revolucionarios murieron durante un combate con elementos de la Policía Rural y de la Fuerza Armada en el cantón Las Guarumas, de Santiago Nonualco, departamento de La Paz.

Entre los pandilleros muertos estaba el cabecilla de una agrupación local, quien fue identificado por el director general de la Policía Nacional Civil (PNC) como Marvin Antonio Hernández.

En el mismo hecho resultaron otros pandilleros heridos y las autoridades decomisaron tres fusiles M-16, dos escopetas, una carabina M-1, una subametralladora UZI y una pistola calibre 45 mm.

Desde ese día, dos militares y tres policías han sido asesinados mientras estaban fuera de servicio y desarmados.

La noche del lunes, un agente policial fue asesinado en el polígono 45 de la Urbanización Campos Verdes II, en el cantón Lourdes, municipio de Colón, departamento de La Libertad.

La víctima fue identificada como Carlos Alfredo Reyes Carranza, de 42 años, quien estaba destacado en el puesto de la urbanización Las Margaritas, al norte del municipio de Soyapango, San Salvador.

Reyes Carranza recién había llegado a su vivienda cuando varios hombres armados irrumpieron y lo acribillaron a balazos.

De acuerdo con fuentes policiales, horas después de que Reyes Carranza fuera acribillado, la PNC capturó a un sospechoso, miembro de la pandilla 18 (ver nota aparte).

Mientras tanto, el domingo en la noche, en el caserío Los Hernández, cantón El Jocote, municipio de San Matías, supuestos pandilleros asesinado a Daniel de Jesús Velásquez, un agente policial destacado en una sección encargada de buscar a sospechosos reclamados por la justicia.

Velásquez fue acribillado por al menos ocho pandilleros con fusiles AK-47, M-16 y pistolas, cuando a bordo de una moto se dirigía a visitar a unos parientes, indicaron fuentes policiales que pidieron el anonimato.

Ese mismo día, pero en el cantón El Achotal del municipio de Santiago Nonualco, en La Paz, el agente policial José Orlando López murió abatido a balazos por varios miembros de pandillas.

En ambos casos, los policías andaban el arma de equipo que no tuvieron oportunidad de defenderse.

Ayer, el subdirector General de la PNC, comisionado Howard Cotto, dijo que lamentaba el asesinato de miembros de la corporación policial a la vez que aseguró que tales crímenes eran una reacción de parte de grupos de pandillas a las acciones de la Policía Nacional Civil en contra de esos grupos delictivos.