3. La otra cara: el desempleo en la zona

Muchos que se atrevieron a emprender sus propios negocios o empresas han sido objeto de embargos porque sus proyectos no resultaron ser rentables a corto plazo y fracasaron

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3. La otra cara: el desempleo en la zona

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2014-12-18 8:00:00

Todas las tardes, rayando el anochecer, Jorge recorre las polvorientas calles de los cantones Los Planes, Miramundo, Río Chiquito, Las Pilas y otros, a bordo de su motocicleta azul. En una parrilla lleva un canasto con quesadillas, varios clases de pan dulce y pan francés. Jorge es un joven que resultó afectado luego de que Bandesal embargó los terrenos de Carmen de C., la productora de hortalizas que proveía a dos cadenas de supermercados. Desde principios de este año, el joven se quedó sin empleo. Él trabajaba como motorista del camión en que transportaba las hortalizas hacia San Salvador.

El joven añora aquel corto tiempo que tuvo un empleo formal como parte del desarrollo de la Zona Norte que el Gobierno pregonaba que era parte de los beneficios de Fomilenio.

Jorge dice que no sabe por qué su empleadora cayó en mora con el banco. Pero como algunos de los deudores de Bandesal, el panadero cuestiona el hecho de que solo tuvieron la alegría de tener un empleo formal en una zona donde la mayoría de personas trabaja en la agricultura o en los pocos negocios de la zona sin poder tener seguro social y cotizar para una pensión.

Jorge cree que sería bueno que los proyectos que ahora están abandonados y que fueron creados como parte de los beneficios de Fomilenio fueran reactivados para volver a reactivar el empleo en la zona. “Se supone que Estados Unidos da esos proyectos para ayudar a generar empleo y evitar la migración ilegal, pero también debería vigilar que se les dé continuidad”, explicó un hombre cuyo proyecto hortícola ha dejado de funcionar también porque la poca rentabilidad lo hizo caer en mora.