Imponen 40 años por matar a su pareja

Asesinó a su compañera de, al menos, 36 puñaladas y la enterró Padre de la víctima y un vecino fueron los únicos testigos que vieron cuando el sujeto sacaba bolsas con prendas, de la pareja, ensangrentadas

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Mycol Antonio Cabrera Donado, de 28 años, fue sentenciado a 40 años de cárcel por matar a su pareja. Foto EDH / Cortesía Juzgados.

Por Jaime López sucesos@eldiariodehoy.com

2014-12-08 7:00:00

Katia Gabriela Calvío Nóchez era una joven, de 19 años, que enamorada formó una relación con Maycol Antonio Cabrera Donado, sin imaginarse que él mismo, un año después, se convertiría en su asesino.

Katia fue asesinada por su compañero de vida el 20 de marzo en su casa, ubicada en el pasaje Eucalipto, de la colonia Bosques de Prusia, Soyapango.

Tanto era la furia de Maycol Antonio contra su pareja, que la asesinó de 36 puñaladas y luego la enterró en el propio patio de la casa donde vivían.

Lo que parecía el crimen perfecto, no fue así, Maycol Antonio fue descubierto por varios testigos y luego capturado cinco días después del hecho por la Policía.

El pasado 25 de noviembre fue llevado a juicio en el Tribunal 1º de Sentencia de San Salvador, que lo encontró culpable de matar a su pareja, imponiéndole 40 años de cárcel.

Dos testigos fueron claves para condenar a Maycol Antonio, una personas que hacían limpieza en el sector de la colonia y un conocido de la joven, quienes ofrecieron suficiente información que vinculó al imputado en el macabro hecho.

Las bolsas que lo delataron

El primer testigo afirmó que observó cuando el hombre, cerca de las 10:00 de la mañana del 20 de marzo, salió de la casa con dos bolsas desocupadas de harina, las cuales estaban ensangrentadas.

El testigo manifestó que vio a Maycol cuando llevaba las bolsas a un basurero de la colonia a pocos metros de la casa donde ocurrieron los hechos.

Mientras que el otro testigo relató que el día del asesinato salió de la casa a las 7:00 de la mañana a trabajar y recuerda que la víctima quedó dormida. Pero a las 6:30 de la tarde, del mismo día, regresó y no la encontró en la vivienda.

Como la joven estudiaba 8º en una escuela nocturna de Soyapango, el testigo creyó que andaba estudiando, por lo que salió a hacer algunas compras.

Horas después, el pariente de la víctima recibió una llamada telefónica en la que uno de los compañeros de estudio de la joven le avisaba que Katia no habían llegado a clase aquella noche.

Luego de la alerta, el pariente empezó a buscar a Katia en la casa, donde descubrió una gran cantidad de gotas de sangre que dejaban un rastro desde la casa de la víctima hasta un basurero cercano.

Con curiosidad observó las bolsas y al buscar en ellas, encontró las prendas de vestir ensangrentadas de su pariente.

Sin saber lo que sucedía, pero pensando en lo peor, tomó las bolsas y se las llevó a su casa, confiando que Katia estaría bien.

Poco tardó en llegar a la vivienda cuando descubrió tierra suelta, en la que, al comenzar a remover, encontró lo inesperado.

A pocos centímetros de profundidad encontró parte de piel humana, el pariente dudando un poco, se fue al cuarto de Katia, donde encontró más sangre esparcida en el lugar. Esos dos hallazgos fueron suficiente para que diera aviso a la Policía de lo acontecido.

El Hallazgo

Más tarde, las autoridades policiales, forenses y fiscales llegaron a procesar la escena, lo que confirmó la presunción de aquel pariente, que en el patio de la casa se encontraba el cuerpo de Katia.

Según la autopsia forense, la joven presentaba lesiones en la nuca, cráneo y en diferentes partes de su cuerpo. En total, el cuerpo de la víctima presentaba 36 lesiones de arma blanca.

En su relato, el pariente de la víctima detalló que desde hace unos meses había observado que la pareja discutía fuerte y de forma acalorada.

“Ambos se decían expresiones fuertes, sobre todo en las noches, desde hacía unos seis meses”, afirmó.

Muy sutilmente, el abogado público de Maycol, en el juicio, interrogó al pariente de Katia, a quién preguntó: ¿Usted vio cuando mataron a su hija?

Sin dudar, al padre contestó que no, “no hay más preguntas”, replicó el defensor, creyendo que esa era la clave para librar de la cárcel a su defendido.

“Lo dicho por el testigo deja dudas y por eso pido la absolución para mi defendido”, afirmó el abogado de Maycol.

Entre tanto, la Fiscalía pidió 50 años de condena para el imputado; sin embargo, el Tribunal le impuso 10 años menos.

El juez basó su fallo en las pruebas documentales, periciales y el testimonio de un testigo con régimen de protección y la declaración del pariente de la víctima.

1,346 casos de violencia intrafamiliar

El feminicidio es el final de toda una escalada de violencia intrafamiliar cuando la víctima no denuncia los hechos cuando el problema es menos grave, afirmó la procuradora General de la República, Sonia Elizabeth Cortez.

“La violencia no respeta. Esa se mete por todos lados, esa es una característica y la otra es que va en escalada, lo que comienza con una simple agresión verbal, una agresión física, que al inicio no se le da importancia, si se permite, y si la mujer no sabe identificar y al contrario, propicia esa permanencia en el círculo de violencia, irá en escalada”, explicó la procuradora.

Según registros de la Procuraduría General de la República, de enero al 30 de septiembre han atendido a 1,346 víctimas de violencia doméstica en la Unidad de Atención Especializada.

De esa totalidad, 1, 245 casos han sido por violencia intrafamiliar, 135 por violencia de género y 13 por discriminación por ser mujer.

Desde 2012 que entró en vigencia la Ley Integral para una vida libre de violencia, la Procuraduría ha atendido 4,708 mujeres, en los círculos de autoapoyo (reuniones en que las mujeres comparten sus problemas y soluciones para superarlos) y asistencia legal, donde abogados guían a las víctimas sobre qué hacer frente a los agresores.