SAN MIGUEL. A un año de la erupción del Chaparrastique, las autoridades de Protección Civil hablan de disminución en la vulnerabilidad a deslizamientos de las comunidades asentadas en las faldas del coloso, aunque realmente esta se reduce a que el invierno terminó, y con ello la posibilidad de deslaves es mínima.
Ahora las autoridades, aprovechando la época seca, planean intervenir de diversas formas las zonas de riesgo en el coloso.
La idea es mermar el peligro para las familias en territorio frágil, sobre todo en el tema de deslaves, pues en cuanto a las erupciones, la situación es impredecible.
Durante este año y durante seis meses, se mantuvieron fuera de la zona de riesgo un poco más de 250 familias, por los deslaves causados tras las lluvias del pasado invierno.
Para 2015, las autoridades implementarán un plan de reforestación en toda el área volcánica, pues insisten en que eso ayudará a mermar las cantidades de material volcánico que baje a las comunidades desde el cono con cada tormenta.
Ricardo Canales, gobernador de San Miguel y director departamental de Protección Civil, explicó que “tenemos planeado una jornada de siembra de árboles en toda la zona en el volcán para que cuando el invierno llegue, estos árboles retengan los flujos que arranquen las lluvias desde la cúspide”.
Estas acciones las emprenderán junto al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), según mencionaron, y las realizarán el próximo mes.
Otra de las acciones que prevén realizar es la construcción de más obras de mitigación como reservorios o lagunas artificiales similares a las ya elaboradas en la zona y que retuvieron miles de metros cúbicos de lodo, tierra y piedra del coloso.
Estas labores las realizarán con el apoyo del Ministerio de Obras Públicas (MOP), que pone la maquinaria para ejecutar los trabajos.
También promoverán un plan de prevención de incendios, con lo que buscarán que para la época seca no haya más siniestros en el Chaparrastique, pues aseguran que facilita los deslaves y hace más vulnerable el territorio.
A inicios de 2012, en una parte del volcán se registró un enorme incendio que, como consecuencia, provocó enormes deslizamientos en el invierno de ese año.
“Trabajaremos en la prevención, haremos más muros de contención , siembra de árboles, pero además brindaremos charlas en las comunidades para prevenir incendios en la zona y evitar que esté cada vez más frágil”, indicó.
Lo que hasta ahora no tienen previsto las autoridades es sacar a las familias que para el próximo invierno estarán en riesgo por deslaves nuevamente.
Al menos es lo que comentó el gobernador Canales al ser consultado. “No está previsto sacar nuevamente a las familias de las comunidades vulnerables para el próximo invierno”, sentenció.
Eso, a pesar de que los territorios en los que viven no son seguros y en algún momento del presente año las autoridades hablaron de decretarlos como zonas inhabitables, pues el riesgo ante una nueva erupción o deslaves, es latente cada año.
En la última entrega de ayuda a las familias, que salieron de forma temporal para evitar morir soterrados con los deslaves, las autoridades dijeron que harían un nuevo estudio y verificarían si era necesario mantener el apoyo a algunas de ellas.
Sin embargo, parece que ninguna familia estaba en condiciones de alta vulnerabilidad, pues según las estadísticas de Protección Civil, hay un 90 por ciento de las familias que regresaron a sus casas del volcán para habitar nuevamente sus tierras.