SAN MIGUEL. La noche del miércoles, los migueleños vivieron una mezcla de sabores y olores en cada platillo que se degustó en el Noveno Festival Gastronómico, organizado por la Cámara de comercio, San Miguel.
Fueron 80 platillos variados entre entradas, carnes, marisco y postres, que fueron preparados por expertos cocineros de la zona oriental, quienes se esmeraron para sorprender a los más de 400 asistentes al evento culinario.
La actividad fue realizada por primera vez en un ambiente abierto, que invitaba a gozar de la temporada festiva que se vive en San Miguel por sus fiestas patronales.
En años anteriores, la actividad culinaria se realizó en un hotel migueleño, pero para la presente edición lo trasladaron al Casino de la cabecera, con la idea de tener una sede más amplia.
Howard Gutiérrez, presidente de la filial empresarial explicó que “decidimos hacerlo en un espacio abierto para que la gente sienta la temporada de carnaval que vivimos, además este ambiente nos permitió incluir novedades en el festival”.
Dentro de las novedades con las que contaron estuvieron los concursos de cocineros, bar tender, comida molecular y la inclusión de niños especiales en el área de postres.
Julio Decorado, uno de los niños especiales que participó como cocinero de postres en el festival expresó que “es muy bonito cocinar postres, me gusta que nos invitaron”.
Eso lo dijo mientras entregaba muestras de un postre llamado “enrejado seco”, a base de frutos secos como almendras y macadamias.
La instructora de los niños Margarita Torres, explicó que “me parece maravilloso que le hayan abierto este espacio a los niños especiales, porque ellos tienen muchas capacidades y hoy estamos demostrando esto con el montaje de postres que ellos prepararon”.
Sofía Turcios, una de las comensales asistentes, indicó que “los postres de los niños especiales son de mucha calidad, tanto en presentación como en sabor”.
Agregó que era la primera vez que participaba en el festival y que se había llevado un espectacular sabor de boca.
Otra de las novedades que atrajo la mirada curiosa de los asistentes fue la comida molecular, que a pesar de ser una tendencia antigua de preparar alimentos mezclando la cocina tradicional con aspectos científicos , no es muy conocida en el país.
El Chef Amílcar Morán explicó que “es una cocina nada peligrosa y lo que hacemos es cambiar las moléculas de los alimentos que hacen que tengan una nueva textura y permiten que los comensales vean una cosa y al comerlo saboreen otra”.
Al final de la noche los mejores chefs fueron premiados.